El reto de ser madres adoptivas|En Venezuela muchas mujeres deciden “parir con el corazón”

“Parir con el corazón” o adoptar, como legalmente se establece el término, es una decisión que ha transformado la vida de muchas mujeres venezolanas. Yictsy Urbina es una de ellas; su alumbramiento fue en una casa hogar de Caracas cuando, entre muchas niñas y niños, una pequeñita se acercó cariñosamente a ella y “fue como amor a primera vista”.

Yictsy y Cheresade, como se llama aquella pequeñita, nunca se habían visto, pero habían nacido para encontrarse. Urbina asegura que ese día comprobó que “la sangre llama”.

LA BÚSQUEDA

A los 28 años Yictsy se había consolidado como periodista, estaba soltera y tenía todas las condiciones a su favor. Sin embargo, una noticia añadió una variable inesperada a su vida: Tenía una hermana por parte de padre, de cuatro años de edad, que se encontraba en situación de abandono en una casa hogar.

“En lo que supe de las condiciones en la que ella estaba, más conociendo que era mi hermana, yo decidí automáticamente irla a buscar y hacer los trámites para ver si la podía tener”, contó al Correo del Orinoco.

EL ENCUENTRO

Cheresade solo tenía tres años de edad cuando la policía la encontró vagando por las calles en el año 2005. En enero del año 2006 Urbina comienza la búsqueda de su hermana, sin darse cuenta que ya su corazón gestaba el sentimiento de una madre.

Cuando encontró a la niña ya dos familias estaban interesadas en adoptarla, por lo que Yitcsy apeló al vínculo de hermandad para solicitar la custodia de Cheresade.

Sin embargo, no existían pruebas tangibles de ello, empezando por el hecho de que el padre no las había reconocido a ninguna de las dos y por lo tanto no poseían el mismo apellido.

“Ninguna de las dos poseemos el apellido de nuestro papá, no fuimos reconocidas y fue difícil establecer un vínculo en ese sentido”, indicó Urbina, quien explicó que uno de los primeros elementos que establece la Ley Orgánica de Protección a la Niña, Niños y Adolescentes (Lopna) es que las y los menores de 18 años de edad deben estar bajo la responsabilidad de sus padres o familiares.

Nadie conocía la existencia de los familiares de la mamá biológica de Cheresade y “mi papá se había extraviado del mapa”, recordó.

Ante la situación, ella tuvo que iniciar la búsqueda de la madre biológica “para que diera fe de que era mi hermana por parte de padre; de otra forma no iba a ser posible que me dieran a la niña”.

Dios estaba del lado de Urbina, como ella misma lo afirma al narrar el momento en el que logró encontrar a la madre de Cheresade: “Ella firmó el documento donde dice que soy hermana de la niña y que estaba de acuerdo en dármela; eso fue lo que apresuró el trámite”.

EL COMPROMISO

Desde el primer momento que se enteró de que su hermana se encontraba en una casa hogar, sintió el compromiso de rescatarla y ofrecerle una familia: “Me dije: ¿Cómo voy a permitir que teniéndome a mi sea adoptada por otras personas?, yo soy su hermana, es mejor que esté conmigo”.

Las condiciones laborales y sociales de Urbina sustentaron su seriedad ante la juez que llevó el caso y el 12 de enero de 2006 el juzgado le entregó a Cheresade Porras bajo el formato de colocación familiar.

LA CONVIVENCIA

“Al principio era así como un juguete nuevo, que uno no sabe qué hacer con él; me decía a mí misma que ella iba a ser mi compañía, mi amiga”, detalló Urbina, sobre el momento en el que la meta se había cumplido: Tenía a su hermana para cuidarla.

Desde el primer momento le explicó a Cheresade que eran hermanas; sin embargo llegó el momento en el que ella sintió la necesidad de preguntar por su mamá: “Yo le expliqué que su mamá no podía a tenerla, y fue entonces cuando sentí y le dije que me viera a mí como su mamá”.

Lejos de Urbina cambiar la vida de Cheresade, “fue ella quien cambió mi vida 180°; fue asimilar una responsabilidad para la que quizá no estaba preparada psicológicamente; eran muchas cosas y al principio fue un poquito engorroso, pero ambas aprendimos y ella ha sido mi apoyo en todo sentido”.

Actualmente Cheresade va a cumplir 13 años y la palabra mamá es la que usa para llamar y pedirle la bendición a su hermana: “Ya nos conocemos muy bien, han sido muchos años compartidos y quise llenar el vacío de su mamá biológica”.

LA FAMILIA CRECE

Hace tres años Urbina tuvo su segundo parto, pero esta vez la gestación no ocurrió solo en su corazón, sino también en su vientre. Joan Manuel Urbina medía 53 centímetros cuando lo pusieron por primera vez en los brazos de su madre y ella agradecía feliz por tener “un muchachote hermoso y sano”.

Cheresade tenía 10 años cuando le dio la bienvenida a Joan Manuel: “Ella ha sido su compañera, su hermanita, su tía; son muchos sentimientos encontrados, pero es muy hermoso tener a mis hijos”.

Yictsy está convencida de que “los hijos son el motor que nos da la vida. Desde que ellos están, en mi vida no hay un minuto de silencio. Es entusiasmarse todos los días con ellos, hacernos mejores por ellos”.

“NO LO DUDEN, HAGANLO”

Urbina comenta que la mayoría de las personas con las que ha compartido su experiencia le manifiestan reconocimientos muy positivos. No obstante, “yo solo espero que la vida solo me recompense con ver a Cheresade convertida en una mujer trabajadora, luchadora, echada pa’lante, con una familia; ese sería mi mayor logro”.

Es por ello que siempre les dice a las personas que en algún momento han tenido ese pensamiento de adoptar que “no lo duden, háganlo, déjense llevar por su corazón”.

Señala que existen muchas niñas y niños en peores condiciones de la que se encontraba Cheresade: “Pasan años en una casa de colocación y nadie quiere adoptar, muchas veces sea porque ya están muy mayorcitos; yo creo que esa responsabilidad la puede asumir cualquiera, sea hombre o mujer, si tiene las condiciones y el amor para brindarle bienestar”.

Aunque Urbina no cataloga a las casas hogares como malos lugares, cree que no hay mejor lugar para toda niña y niño que una familia en donde le brinden afecto, cuidado y conexión directa.

“No lo duden, hay muchas niñas y niños en condición de abandono que los necesitan, no tengan miedo, anímense y si no están totalmente seguros vayan hasta allá y denle la mano a ese niño que está desprotegido, que necesita una familia, una persona que lo quiera y que sienta que es la indicada para cuidar del él”, exhortó.

EN DATO: DERECHO A FAMILIA SUSTITUTA

De acuerdo a información publicada por el Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Idena), en Venezuela se considera que la familia de origen tiene la obligación de brindar en forma prioritaria el goce pleno y efectivo de los derechos y garantías de los infantes y jóvenes.

No obstante, también establece que cuando sea imposible o contrario al interés superior del niño, niña y adolescente se criado en su familia de origen, tendrá derecho a una familia sustituta.

T/ Jeylú Pereda
F/ Cortesía Yictsy Urbina