El tradicional Viacrucis Viviente de Guayabital arribó este viernes a sus 33 años con la escenificación de la pasión y muerte de Cristo a lo largo de cinco empinados kilómetros, en el municipio Sucre, zona alta de Portuguesa.
Interpretaron el paso de Jesús por las 14 estaciones más de 100 niños, jóvenes y adultos, entre nuevos participantes y fieles que desde hace más de 10 años actúan en esta manifestación popular-religiosa, declarada Patrimonio Cultural Viviente del municipio Sucre, el 29 de febrero de 1996.
El Viacrucis partió del sector El Bongo hasta la Capilla Santa Cruz de Guayabital, ubicada a 1.165 metros de altura sobre el nivel del mar. En palabras del alcalde de Sucre, Alfredo Mendoza, «es una ruta intrincada, pero llena de tradición y fervor cristiano».
La actividad es para los pobladores de Biscucuy, pueblo andino atrapado en el llano, un acto de fe que con escenas impregnadas de realismo reúne a miles de espectadores, entre fieles y temporadistas, el Viernes Santo de cada año.
«Son más de tres décadas de tradición y siempre asisten más de 2.500 personas», indicó Mendoza, al destacar que el evento es uno de los mayores atractivos turísticos del municipio y la puerta que invita al disfrute de las cristalinas aguas del río Saguaz y de las haciendas y torrefactoras con las que la Ruta del Café muestra el proceso productivo del grano.
Félix Hidalgo lleva más de 12 años participando en el Viacrucis de Guayabital y para él «no se trata sólo de actuar, sino de hacerlo para Dios» en un acto de fe y reflexión: «Es una manifestación de amor, devoción y unión».
El Viacrucis Viviente de Guayabital ha sido organizado por 33 años consecutivos entre el Gobierno municipal, la iglesia católica y la Asociación Civil Viacrucis Viviente de Biscucuy.