El viceprimer ministro serbio, Alexander Vucic, propuso rechazar la firma de un acuerdo con Kosovo, como exige la Unión Europea (UE), aunque se pronunció por continuar las negociaciones con Pristina con la mediación de ese bloque regional.
«Proponemos al gabinete que evite rubricar algo que no tiene en cuenta nuestros mínimos intereses nacionales y, al mismo tiempo, seguir con las negociaciones e intentar alcanzar una solución lo antes posible», declaró Vucic, tras reunirse con su similar montenegrino, Dusan Markovic, citado por la agencia Tanjug.
«A Serbia no se le especificó bien qué aspectos debe aceptar como tampoco contó con respuestas claras sobre sus demandas», afirmó el presidente del Partido Progresista de Serbia (SNS), en alusión a un ultimátum planteado por la alta representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Internacional, Catherine Ashton.
La UE demanda la normalización de las relaciones entre Belgrado y Pristina como una de las condiciones para iniciar el proceso de ingreso de Serbia a la entidad comunitaria.
Vucic destacó que sería imposible para su estado aceptar la adhesión de municipios de mayoría albanesa a cuatro de mayoría serbia en el norte de Kosovo, como propone Pristina, que si los aceptó cuando se llegó a un acuerdo sobre los llamados pasos con administración integrada, apuntó.
Uno de los pocos logros de ocho rondas de conversaciones entre Serbia y Kosovo fue la aplicación de los controles integrados en el límite administrativo de ambas, algo que Pristina desea ver como una frontera estatal establecida y Belgrado como una mera división entre dos provincias.
Tampoco obtuvimos respuestas sobre la presencia de fuerzas de seguridad en Metojica (norte de Kosovo) o sobre asuntos como educación, salud o jurisprudencia, declaró el máximo dirigente del SNS (mayoritario en la coalición de Gobierno), quien se refirió a un Tribunal de Apelaciones.
El viceprimer ministro serbio insistió en que el diálogo nunca debe concluir, pues es la mejor forma de buscar una solución al diferendo.
Ashton se negó la semana pasada a continuar con la mediación en Bruselas de los diálogos entre Serbia y Kosovo y fijó para mañana el plazo dado a Belgrado para aceptar un acuerdo con Pristina, lo cual debería incluir el reconocimiento de la autoproclamación de independencia de la citada provincia, en febrero de 2008.
Tras los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte contra la entonces Yugoslavia en 1999, las tropas de ese bloque militar ocuparon Kosovo bajo bandera de la ONU y permitieron allí la creación de un estado, en violación de resoluciones del Consejo de Seguridad que reconocían la soberanía serbia sobre esa provincia.