Se estrena el viernes 18 de diciembre en unas 14 ciudades del país|La vida de Felipe Pirela se cuenta en la gran pantalla con la película El malquerido

Este viernes 18 de diciembre cierran por este años los estrenos del cine nacional con el debut en las salas comerciales de la más reciente película del realizador Diego Rísquez, titulada El malquerido, un largometraje de ficción que comprime en aproximadamente 90 minutos los aspectos más relevantes del cantante zuliano Felipe Pirela, conocido como “El bolerista de América”.

En conversación con el Correo del Orinoco, Rísquez admitió que como director, aún en una obra biográfica, no le interesa ser 100% realista. “Par eso están los documentales, me interesa la realidad en la medida que puedo trasformarla para contar una historia”, aclaró.

Sin embargo, señaló el director, obviamente la película hace un recorrido por los momentos clave en la vida del artista, desde su infancia, a principio de los años 1940, en el popular barrio El Empedrao, de la parroquia Santa Lucía, en Maracaibo, hasta su trágica muerte, a los 30 años de edad, en Puerto Rico.

Dentro de estos dos extremos que marcan el trayecto narrativo, el filme se detiene en los momentos cuando un jovensísimo Pirela se metió entre los primeros lugares en concursos de canto organizados por importantes emisoras de radio; su posterior incorporación en la orquesta Billo’s Caracas Boys, la faceta como solista y su posterior trasformación en “El bolerista de América”.

Igualmente, a decir de Rísquez, el filme no se concentra especialmente en la parte sórdida de Felipe Pirela, ni tampoco remarca o coloca en primer plano las virtudes y cualidades del cantante. Por el contrario, al realizador le interesó a esa escala entre los extremos, esos matices de grises, para mostrar al personaje en sus aspectos positivos y negativos.

UN ÍDOLO, UN PAÍS

“Desde mi punto de vista la película, al principio, me parece un poco naíf, costumbrista: se desarrolla entre los patacones, las mandocas, la Chinita, la plaza Baralt, el béisbol, Luis Aparicio y todos esos elementos muy zulianos, muy regionales. Y a medida que evoluciona comienza la reflexión sobre varios aspectos como el arte, la vida dentro del mundo del espectáculo, sus intercambios con La Lupe, Tito Puente, Daniel Santos y toda esa gente, su trasformación en el gran ídolo popular que fue y también sobre la historia de amor apasionado entre un hombre de 23 años que se casa con una niña de 13 y, por supuesto, su trágico final”, detalló el director.

En consideración de Rísquez, la vida de este “héroe popular que fue Pirela” le dio la oportunidad de contar un trozo de la historia y la cultura de nuestro país dentro del período comprendido entre el final de los años 1940 y las décadas de 1950 y 1960, cuando Venezuela entra en la modernidad, desde el punto de vista estético, con grandes obras arquitectónicas y de infraestructura, en el contexto político marcado por el régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez.

En este sentido, la película implicó, según el realizador un trabajo minucioso en lo relativo al maquillaje, los peinados, el vestuario y la utilería de época, así como en la selección de las locaciones que permitieran mostrar la estética característica de esos años, como el Hotel Humboldt, de Tomas José Sanabria; el Club Táchira, de Fruto Vivas y el Círculo Militar, de Luis Malaussena, entre otras.

“Para mi lo más importante es hablar de mi país desde distintos puntos de vista y eso lo he hecho con mis películas desde hace 45 años. Siempre he pensado que mientras más hablemos de nuestra cultura somos más universales. Esta es una película de poco presupuesto pero hecha con mucho cariño. Y la historia de Pirela me permite  hablar de una zona del país muy popular y regionalista que muestra una parte de la idiosincrasia del venezolano”, insistió el cineasta.

ESE BOLERO ES NUESTRO

Con esta película Diego Rísquez también le rinde homenaje al bolero, un género que, en su versión, fue desplazado principalmente por la balada y luego por la llegada de la música en inglés en una apertura profundamente invasiva que, a su entender, comenzó con la aparición de Los Beatles en las emisoras de radio venezolanas y latinoamericanas en general.

“La película también plantea la importancia del bolero como género musical que formó parte de nuestra vida (en Venezuela), como igualmente lo fue el cine mexicano. Esto es un punto de vista muy interesante desde lo sociológico. Yo soy hijo del bolero, mis padres se enamoraron con esa música. Y hoy en día son pocas personas menores de 40 años que saben quien fue Felipe Pirela. Eso es lamentable, es el reflejo de un país sin memoria”, opinó Diego Rísquez.

Más allá del homenaje a este tipo de música, El malquerido de alguna manera intenta rescatar y promover el género latinoamericano en las nuevas generaciones. En este orden de ideas, el protagonista Jesús “El Chino” Miranda, una figura muy conocida y admirada en el público juvenil, es el llamado a convertirse en ese enlace o vínculo generacional.

“Para mi es importante darle su justo valor al bolero, porque de alguna manera este es el género musical que mejor nos retrata como latinoamericanos, con esa historias de amor y desamor, el malquerido y el el bienamado. Todo eso se refleja en la película”, adelantó Rísquez.

El malquerido se estrenará este viernes 18 de diciembre en Caracas, Maracaibo, Guatire, Barquisimeto, Maracay, Margarita, Maturín, Valencia, San Cristóbal, Puerto Ordaz y Puerto La Cruz y posiblemente en Guanare y Barinas.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Joel Aranguren