Una violación grupal a una joven en un coche y a plena luz del día conmociona a Argentina

Era una tarde soleada y de feriado en Palermo, uno de los barrios más concurridos y turísticos de la ciudad de Buenos Aires. Unos vecinos de pronto se dio cuenta de movimientos extraños en un vehículo estacionado.

Afuera del auto había dos hombres apostados, vigilando. Fumaban marihuana, tomaban alcohol. Tenían una guitarra.

Adentro, otros cuatro varones estaban violando a una joven de 20 años.

Gracias a la intervención de los vecinos, los seis hoy están detenidos. Y protagonizan uno de los casos de violación grupal más estremecedor de los últimos años en Argentina.

La agresión ha provocado una discusión pública sobre la persistente cultura de la violación que, debido a la certeza de impunidad, habilita que estos hechos ocurran en cualquier parte, a cualquier hora. Incluso de día y en barrios transitados.

Mientras se espera la declaración de los imputados, han estallado otras aristas. Los poderosos e influyentes feminismos de este país coparon las redes sociales con denuncias sobre la incesante violencia machista. Pero también hubo reclamos, porque muchas usuarias, e incluso políticos, compartieron las fotos de los violadores, lo que pone en riesgo la investigación judicial.

Todavía más extrema fue la publicación de las direcciones de los acusados y las protestas en sus casas, ya que se promueven linchamientos que en nada ayudan a terminar con las violaciones y que, por otra parte, terminan afectando a sus familiares.

Por ello, la Fiscalía Nacional en lo Criminal y lo Correccional solicitó este martes «tomar el máximo recaudo al momento de difundir circunstancias relacionadas con la investigación, teniendo en cuenta la reciente difusión de imágenes del hecho, que resultan de alto impacto para la víctima».

Advirtió que es fundamental requerir a los medios masivos de comunicación y a la ciudadanía «la mesura y máxima prudencia correspondientes, a fin de brindar a la damnificada el espacio necesario para transitar lo ocurrido y evitar su revictimización».

En el medio, un periodista desató un escándalo porque intentó justificar la violación, mientras que otros personajes «denunciaron» las simpatías partidarias de los imputados. Como si los violadores tuvieran un partido político.

¿Qué pasó?

El lunes por la tarde, dos vecinos se dieron cuenta de los movimientos sospechosos en el vehículo y llamaron a la Policía. Mientras llegaba la patrulla, se acercaron al auto. De a poco, otros vecinos y transeúntes llegaron a la cuadra.

«Fuimos mi marido y yo quienes socorrimos a la chica. Tenemos una panadería y desde adentro veíamos lo que pasaba en el auto. Primero pensábamos que era una pareja que estaba teniendo sexo, pero luego vimos que en el vehículo había otros tres jóvenes, que la manoseaban, que la agarraban de los brazos, que la obligaban a practicarles sexo oral, y salimos a ayudarla», explicó una mujer llamada Natalia en entrevista con la Agencia Télam.

«No escuché gritos, la chica no gritaba, no tenía ni fuerzas para gritar (…) estaba en estado de shock, con la ropa interior baja y golpeada (…) los cuatro jóvenes también estaban con los pantalones bajos, empezaron a insultarnos y nos quisieron agredir. También le pegaron a un vecino que con un teléfono celular quiso registrar lo que estaba pasando, para que exista una prueba de lo que habíamos visto. A ese vecino lo dejaron ensangrentado, tirado en el piso (…) todos abusaron de ella, eran como animales», agregó.

Al ser descubiertos, los violadores, que tienen entre 20 y 24 años, trataron de escapar y de llevarse a la víctima jalándola de los cabellos y de los brazos, pero terminaron capturados.

Cuando por fin llegaron los policías, la joven les confirmó que había sido violada, por lo que fue llevada a un hospital en el que se le brindó atención sicológica y médica. Como dos de los detenidos tenían rasguños en el rostro, se les realizarán exámenes de ADN para saber si pertenecen a la víctima. En el auto había marihuana, LSD y teléfonos celulares que serán peritados.

Reacciones

El periodista Flavio Azzaro se granjeó una catarata de repudio al justificar la violación en televisión.

«Muchas veces algunas personas, puede pasar con hombres también, se arrepienten de haber accedido a algo y cuando toma conocimiento público dice que no querían participar de algo y después por culpa o por vergüenza (lo niegan)», aseguró al sugerir que quizá la víctima quiso drogarse y tener relaciones sexuales con alguno de los acusados y luego se arrepintió.

Por otra parte, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, condenó la «aberrante violación grupal», se solidarizó con la joven y advirtió que a los perpetradores les debe caber «todo el peso de la ley». También aprovechó para defender la actuación policial.

«Gracias al Sistema Integral de Seguridad de la Ciudad, la Policía pudo actuar rápidamente y detener a los involucrados. Desde entonces, se están recolectando todas las pruebas necesarias para entregarle a la Justicia. Fue muy importante la colaboración de las personas que se involucraron. Esto no solo demuestra solidaridad, sino un enorme compromiso por parte de toda la sociedad para erradicar la violencia de género», dijo.

La ministra de Mujeres, Géneros, y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, aclaró que este no es hecho aislado y que los violadores no son «monstruos» ni varones con un problema en particular, sino resultado de una sociedad machista.

«Lo que falta es cambiar la matriz de la sociedad, esto llama a trabajar más en la prevención, a darle importancia a la Educación Sexual Intergral (ESI)», añadió, además de contar más presupuesto para que todos los gobiernos locales creen áreas de género y se pueden desaprender siglos de violencias.

F/RT
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