La arremetida contra la Revolución Bolivariana tiene fundamentos machistas|La violencia de género como arma política

El pasado 8 de abril, un artículo escrito, publicado y colocado en redes sociales por el Gobernador del estado Miranda , Henrique Capriles Radonski y dirigente nacional del partido opositor Primero Justicia (PJ), en donde se señaló a la rectora del Consejo Nacional Electoral, Dra. Tibisay Lucena, de “mentirosa”, de “cobrar sin trabajar” y de mantener una actitud “obsecada”, desató una polémica en el movimiento bolivariano de mujeres.

La oposición de manera recurrente, se ha referido a las otras mujeres rectoras del ente comicial, como las “señoras” del CNE, agentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y han puesto en duda su integridad y profesionalismo, al indicar que actúan de manera “caprichosa” para supuestamente impedir que se otorguen las planillas para iniciar la recolección de firmas a fin de activar la convocatoria a un referéndum revocatorio.

El secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD),Jesús “Chúo” Torrealba, publicó en su cuenta en twitter:“ayer las agentes del PSUV en el directorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), decidieron no dar este jueves las planillas para recolección de firmas. De acuerdo con la Constitución para activar el referendo revocatorio (RR), se necesita el 20% de las firmas del registro electoral (RE), es decir 4 millones de firmas. Pero la norma caprichosa del CNE, establece que antes de recoger ese 20% hay que demostrar que es convocante legítimo”.

Por su parte, Tomás Guanipa, también dirigente de PJ, expresó: “Cuatro rectoras no van a impedir que la voluntad del pueblo se exprese este año”.

Como es evidente, en los mensajes ofensivos de la oposición se resalta la condición de mujeres de las funcionarias públicas.La rectora principal y máxima autoridad del Poder Electoral venezolano, Tibisay Lucena recibió el respaldo del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Equidad de Género , de la Unión Nacional de Mujeres (Unamujer), así como de conocidas activistas feministas del país.

En un documento público, integrantes de Unamujer rechazaron el ataque en contra de la autoridad electoral y llamaron a una movilización en cada una de las sedes regionales del organismo comicial en todo el territorio nacional para manifestar su solidaridad con la presidenta del CNE,

La ministra Gladys Requena, denunció que las descalificaciones de la derecha venezolana a la rectora Lucena es una conducta repetitiva y “es una muestra más de las agresiones imperialistas contra las mujeres bolivarianas. No es extraña la conducta de la oposición golpista y misógina a las lideresas de la patria”, destacó.

“Pretenden hacer un referéndum revocatorio al presidente Nicolás Maduro, desconociendo las normas aprobadas por el CNE en el año 2007 y los artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que han servido de base en los diferentes procesos electorales del país”, aseguró Requena enfatizando que las amenazas e insultos por parte de sectores de la derecha contra la dignidad, integridad ética y moral del pueblo forman parate de la acción desestabilizadora que busca derrocar al Presidente Maduro.

El movimiento nacional de mujeres revolucionarias calificó esta actitud de “golpista y misógina”.

MISOGINIA FASCISTA

La activista feminista Vicky Aguirre, manifestó en un documento de análisis : “No hace falta hacer mucho esfuerzo para comprender el desprecio sexista de Henrique Capriles, expresada en el mensaje enviado por las redes sociales el pasado viernes 8 de abril contra la Presidenta del Consejo Nacional Electoral, que no es sólo la expresión desmedida e incontrolada ambición por el poder y su desesperación por captar a algunos incautos mediante un verbo encendido con todas las características de la misoginia, que en él y como dirían algunas autoras ejerce respuestas negativas de tipo afectivas, cognitivas y conductuales, nosotras sólo lo definiríamos como una misoginia-fascista”.

Para Aguirre, se hace necesario denunciar y repudiar la contundente violencia de género reiterada de Capriles, en contra de las integrantes del Poder Electoral.

Y es que al parecer, como en anteriores coyunturas políticas donde se aproximan procesos comiciales, la violencia de género y la violencia electoral se unen en la estrategia opositora que ha intentando deslegitimar y poner en entredicho, la transparencia del Poder Electoral venezolano, reconocida en el ámbito internacional.

La oposición siempre ha buscado imponer la matriz de opinión de “fraudes” e irregularidades en la actuación del CNE, cuando los resultados no le favorecen.

“Es la cara de la derecha que sólo sabe dirigirse con violencia hacia las mujeres, descalificándolas y tratándolas como seres inferiores, sobre todo para aquellas que están en espacios de alto nivel. No han tenido escrúpulos (…) intentando intimidar a una conductora de uno de los poderes del Estado que ha mostrado su talante ético ante el país”, explica Aguirre.

Y es que si la contrarrevolución se opone a los logros y conquistas del proceso bolivariano, también persigue atacar el contenido feminista de la Revolución.

UNA REVOLUCIÓN PARA LAS MUJERES

La Revolución Bolivariana reivindicó las luchas de las mujeres venezolanas por sus derechos a lo largo del siglo XX. Durante el proceso constituyente en Venezuela, que dio origen a la Constitución de 1999, las mujeres de todos los sectores y de todas las tendencias políticas fueron protagonistas y el movimiento feminista venezolano escribió de puño y letra el texto que reconoció e hizo visibles de manera transversal sus derechos.

La de Venezuela es la primera Constitución en el mundo que empleó el lenguaje de género en toda su extensión; reconoció los derechos sexuales y reproductivos, y por primera vez en la historia del género humano, reconoció el trabajo de las mujeres en los hogares, el trabajo doméstico, como generador de riqueza.

El Comandante Hugo Chávez, fue el primer presidente de Venezuela y de América Latina que se asumió y se declaró como feminista. Durante su intervención en el Primer Encuentro Nacional de la Red Popular de Usuarias del Banco de Desarrollo de al Mujer, en marzo de 2006, el Comandante Chávez expresó: “En el marco del sistema capitalista es imposible derrotar la exclusión y el atropello a la mujer, porque el sistema capitalista tiene su base en los antivalores de la exclusión, el machismo, la violencia, la degradación de los valores y particularmente de la mujer”.

Aunque falta mucho por superar en una sociedad que no ha trascendido el modelo capitalista y patriarcal, la voluntad política del Gobierno Bolivariano de empoderar a la mujer se manifiesta en programas, planes y proyectos sociales; en la participación de las mujeres en cargos relevantes dentro del Estado, como el Poder Judicial y el Poder Electoral, y en la masiva incorporación de las venezolanas en todos los sectores de la vida política y económica del país.

Hoy en día, la organización comunitaria que es la base del Poder Popular descansa fundamentalmente sobre la acción de las mujeres. Los Consejos Comunales, tienen alrededor de 70% liderazgos femeninos. En el nuevo modelo de participación política que inició la Revolución Bolivariana, las venezolanas de los sectores populares juegan un rol fundamental en el fortalecimiento de la democracia protagónica.

ESCALADA CONTRA LAS MUJERES

En el ataque mediático de la oposición al Gobierno Bolivariano, buena parte de las figuras que intentan desacreditar son mujeres. Están los casos de la primera combatiente, diputada Cilia Flores; la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz; la Ministra del Poder Popular para el Sistema Penitenciario, Iris Varela; quienes de manera reiterada son atacadas catalogándolas de corrupción, ineptitud o no reunir condiciones para ejercer sus funciones, basándose en su condición de género.

La feminista y luchadora social María León, ha denunciada en diversas oportunidades que la guerra económica contar la Revolución Bolivariana está dirigida también a desmoralizar y a atacar la psiquis y la dignidad de las mujeres venezolanas, todas vez que los productos propios de la higiene femenina y de la economía doméstica son los primeros en “desaparecer” de los anaqueles; recordando que más de la mitad de los hogares venezolanos son jefaturados por mujeres

El pasado 8 de marzo, la ministra Requena advirtió que desde la mayoría opositora que circunstancialmente ocupa al Asamblea Nacional (AN), la derecha que quiere desmontar el Estado de Igualdad y de Justicia Social que está en construcción y que beneficia en esencia las mujeres.

“Sólo la Revolución garantiza los derechos humanos de las mujeres, eso está demostrado históricamente. Allí está la Ley Orgánica del Trabajo, La ley de lactancia Materna, Ley de maternidad y paternidad responsables; la ley de Tierras que garantiza el reposo post-natal a nuestras campesinas, que antes no tenían seguridad social, ni nuestras amas de casa; ahora sí, gracias a la visión feminista de Chávez que consideró el valor agregado del trabajo doméstico que hacen las mujeres; La ley Orgánica por el Derecho de las Mujeres a una vida Libre de Violencia; todas esas normativas con enfoque de género, están hoy en riesgo”, explicó.

“En la Cuarta República no había leyes para las mujeres. La Revolución ha erigido un andamiaje jurídico que defiende, impulsa y protege los derechos humanos de la mujer.”, destacó.

“Nos hemos encontrado con las mujeres de los partidos de la derecha, en los mismos espacios, defendiendo conquistas que sólo en Revolución pudimos lograr después de décadas de combate feminista. Por ejemplo, la resolución emanada por el CNE sobre la obligatoriedad de un 40% de paridad para la postulación a cargos de elección popular en la AN, que fue impulsada desde el PSUV y el Gran Polo Patriótico, fue apoyada por las mujeres de oposición. Ellas tuvieron que enfrentarse al machismo y la misoginia dentro de sus propias organizaciones”, recordó Requena.

T/Modaira Rubio
I/Loayza