Vladimir Adrianza: “La utilización de virus como armas de guerra es un hecho bastante viejo”

El analista sostiene que son creíbles las teorías que apuntan a que China fue objeto de ataque biológico con el Covid-19

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La humanidad ha tenido múltiples epidemias que se han propalado desde el siglo XV hasta el presente. Inclusive mucho más allá, acuña el analista internacional Vladimir Adrianza.

Sostiene que las características de muchas de las enfermedades que se han producido durante el siglo XX y en lo que va del XXI tienen matices adicionales, porque “lucieran en muchos casos como enfermedades de laboratorio”.

-“Para muestra un botón. En la guerra sino-japonesa, conocida por nosotros como la Segunda Guerra Mundial, pero que para los chinos y nipones lleva aquel nombre, sobre todo los chinos fueron objeto de toda clase de ataques biológicos que creó Japón”, explica Adrianza.

Y luego prosigue: “De hecho, el especialista en esas cosas salvó su vida porque logró negociar con Estados Unidos a raíz de pasarle informes por escrito de su experiencia en el bombardeo de China en el cual se dispersaron elementos como la viruela, la lechina y otras de tipo viral que generaron grandes estragos en la población”.

-“Eso sucedió durante las décadas del siglo XX. Ya posterior se presentó como hipótesis de guerra biológica como un hecho real y, además, en la antigüedad se utilizaron estas prácticas, que por supuesto nada tienen que ver con laboratorios si no con envenenamiento de pozos de agua, dispersión de enfermedades”, prosiguió Adrianza.

-“Cuando los españoles procedieron a la conquista de América del Norte, el comandante Soto regaló a la población originaria mantas que habían utilizado enfermos de viruela para exterminarla”.

-“Así que la utilización de virus como armas de guerra es un hecho bastante viejo, que en el caso de Japón utilizó el esquema para ampliar su tutelaje y son casos de conductas imperialistas, que en algunos casos provienen de determinadas naciones de querer someter por algún tipo de fuerza”.

ENFERMEDADES DE LABORATORIO

Adrianza cita que ya más reciente el presidente estadounidense Richard Nixon, junto a Henry Kissinger, renunció al uso de armas biológicas por parte de su país para pedir que otros países dejaran de utilizarlas. “Pero todos sabemos que Estados Unidos se ha caracterizado por una política de doble rasero y podríamos verlo con el caso del Sida, el cual no tiene precedentes en la historia de la humanidad, hasta los años 60 del siglo XX y todo indica hoy día que son enfermedades creadas en laboratorios. Eso es parte de lo que estamos viendo en este momento.

-“En el caso de China, hemos visto casos como la gripe aviar y otras epidemias que causaron estragos y ahora el coronavirus, que se dice que mutó del virus de murciélago y otros dicen que de un animal corriente, pero todo hace pensar que no ha sido así”.

-“Hay teorías que señalan que China fue objeto de ataque biológico, lo cual tiene que haber sido algo así para que el Gobierno chino haya desarrollado el plan para combatir el coronavirus. La reacción ha sido impresionante. No pareciera una reacción de un simple problema sanitario”.

-¿Existen presupuestos para solventar el uso de virus como estrategia de guerra en Estados Unidos por medio de contratación de laboratorios?

-“Así como vemos sistemas psicológicos de control de las masas, también elementos de este tipo (virus) forman parte de la guerra. Qué casualidad que en el caso de China se presenta el coronavirus con una inmensa presión mediática mundial en el momento en que este país comienza el Año Nuevo chino y cuando más gente viaja por vacaciones a ver elementos de orden cultural”.

-“Vemos que el virus ha tenido que ver con turistas de otros lados de Asia y en personas de Occidente, aparentemente procedentes de China. El 20 de febrero la Federación Rusa tomó la decisión de prohibir el ingreso de ciudadanos chinos y recogió a sus connacionales, les sometió a cuarentena para investigar la dispersión del mismo dentro de su población. Lo tomó como un asunto de seguridad y defensa nacional”.

CHINA Y 5 MIL AÑOS LIBRE DE EPIDEMIA

-¿Los Estados, en pugna de control hegemónico, debieran precisar el uso de sus presupuestos en investigación laboratorial?

-“El mundo vive una guerra de baja intensidad. Lo estudio desde el año 2011 y denunció este nuevo tipo de guerra, con base en armamentos convencionales y no convencionales”.

-“Se han visto pruebas en Medio Oriente, casos de armas químicas en que se ha tratado de endilgar a la República Árabe Siria, pero han sido utilizadas precisamente por el llamado Estado islámico o ISIS, cuando precisamente Estados Unidos, Inglaterra y Francia intentaron aplicar a Siria para deponer al su Gobierno y controlar su territorio y recursos naturales, sobre todo la posición estratégica que tiene Siria respecto al petróleo”.

-“No es de extrañar, pese a la ausencia actual de estudios científicos, que el coronavirus es un arma de laboratorio. Qué casualidad que en 5 mil años China nunca tuvo este tipo de epidemia”.

-La historia nos muestra el caso de Cuba en tiempos de la Guerra Fría. ¿Hay alguna duda o preocupación sobre la relación de las autoridades de Estados Unidos con los laboratorios para doblegar pueblos sin misiles?

-“Todos hemos visto que Estados Unidos se ha burlado del derecho internacional y ha soslayado su cumplimiento con el “excepcionalismo” que ha marcado la política exterior y ya no desde la doble moral, sino de manera frontal como lo ha hecho la Administración Trump”.

-“Entonces, ¿qué tienen que hacer los gobiernos suramericanos? Pues dejarse de manipular tanto por EEUU y Europa, e ir más allá de los intereses políticos, porque se trata de la salud del continente”.

-“Mi recomendación es que si bien la campaña del Gobierno es positiva, es corta respecto de las acciones que deben hacerse, inclusive con cierre de frontera, el intercambio que tenemos con Colombia, pese a las situaciones actuales y el bloqueo económico”.

-“Hacer del capítulo 7, artículos 322 al 328 de la Constitución Nacional, una praxis que conlleve a evitar la llegada de coronavirus y en prevención actuar, si es posible, con los mismos estándares de China”.

TyF/Agencia de Noticias
Caracas

Medios la culpan de la epidemia

¿Covid-19: nuevo instrumento de la campaña anti-China?

El artículo explica cómo en pocas horas, la industria de la opinión pública convirtió al país asiático en una amenaza a la salud pública mundial, al señalar como “sospechoso” y “potencial portador” a todos sus ciudadanos. ¿Quién gana con esta tragedia? ¿Hay interesados en sacar ventajas económicas de la tragedia que vive el pueblo chino, hoy azotado por el Covid-19? Son algunas de las interrogantes planteadas

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En un mundo globalizado, cientos de miles de mensajes propagan rumores, no fundamentados en la ciencia, que circulan en el mundo virtual. En Internet recomiendan “protéjase usted y ponga a salvo a su familia” del “coronavirus chino”, generando así, la materia prima para propagar el pánico en cada habitante del planeta.

En pocas horas, la industria de la opinión pública convirtió a la República Popular China en una amenaza a la salud pública mundial, señalando como “sospechoso” y “potencial portador” de la “neumonía de Wuhan” (reseñada así por la prensa) a cualquier individuo con rasgos asiáticos sin reconocer fronteras. Por su parte, algunos países suspendieron vuelos y sugirieron la posibilidad de restringir el comercio con el gigante asiático, en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Recientemente el diario The Wall Street Journal publicó un artículo titulado: «China es el verdadero hombre enfermo de Asia”. El artículo culpa a la República Popular China por el nuevo brote de coronavirus y devela un profundo sentimiento anti-chino que parecía olvidado.

Pocos días después en rueda de prensa la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, respondió al autor del artículo, Walter Russell Mead, lo siguiente: “Tú deberías avergonzarte de tus palabras, tu arrogancia, tus prejuicios y tu ignorancia”. Quiero llamar la atención del señor Mead sobre los siguientes hechos. La gripe H1N1 que estalló en EEUU en 2009 tiene una tasa de mortalidad de hasta el 17.4%, y según el informe de los CDC de EEUU emitido a finales de enero, la influenza estacional 2019-2020 en EEUU ha infectado a 19 millones de personas y mató al menos a 10.000 personas”.

Sin duda, la industria de la opinión pública que responde al Departamento de Estado de Estados Unidos y a la que el señor Mead tributa, trata de esculpir un nuevo enemigo público de rasgos asiáticos y bandera china.

“YO NO SOY UN VIRUS”

En respuesta, ante los rumores y a los miles de mensajes xenofóbicos que circulan en Internet, los ciudadanos chinos y los amigos de China en el mundo idearon una campaña denominada “Yo no soy un virus”. Se trata de una forma de denuncia ante la campaña anti-China que busca asociar a la población china y sus productos con el virus. Consecuencia de esta situación, el pasado 12 de febrero el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció que el nombre oficial del nuevo virus es “Covid-19”, explicando que es un acrónimo de las palabras, en inglés, «corona», «virus» y «disease» y enfatizó que no se refiere a una ubicación ni a un grupo de personas.

GUERRA POPULAR CONTRA LA EPIDEMIA

El pasado 10 de febrero el presidente Xi Jinping exigió la victoria en la guerra popular contra el nuevo coronavirus. El Jefe del Estado dijo que la situación por el momento sigue siendo muy grave, pero expresó confianza en que China seguramente podrá obtener una victoria completa en la batalla contra la epidemia. Asimismo, manifestó que «…Wuhan es una ciudad heroica, y las personas de Hubei y de Wuhan son personas heroicas que jamás han sido aplastadas por ninguna dificultad y peligro en la historia». Finalmente, el presidente Xi se solidarizó con las víctimas de la epidemia y con los médicos que trabajan en la primera línea para combatir el virus.

De acuerdo con datos estadísticos emitidos por la Comisión Nacional de Salud (NHC) el 13 de febrero, se registró la mayor cantidad de nuevos casos confirmados desde el inicio del virus, debido al hallazgo de aproximadamente 15.200 nuevos casos a escala nacional en un día, de los cuales 14.840 casos pertenecen a la provincia de Hubei y 10.400 específicamente a la ciudad de Wuhan. Acumulando a la fecha aproximadamente 59.883 casos confirmados, revirtiendo la tendencia a la baja de días anteriores.

Es inevitable preguntarse ¿quién gana con esta tragedia? ¿Hay interesados en sacar ventajas económicas de la tragedia que vive el pueblo chino, hoy azotado por el Covid-19?

La Agencia Standard & Poor’s Global (empresa especialista en inteligencia de mercados) advirtió que el coronavirus puede agudizar el frenazo económico de China, la agencia pronostica una reducción de aproximadamente 1,2 puntos porcentuales en el PIB de China en 2020. Asegurando que se trata de un “golpe demoledor para una economía que ya se desaceleraba de forma significativa antes de la aparición del brote”. Podría tratarse del peor desempeño económico del Gigante de Asia en 30 años, advierte.

En contraste, el pasado 10 de febrero el presidente Xi enfatizó que “…los fundamentos del desarrollo económico de largo plazo de China se mantienen sin cambio y que el impacto de la epidemia del nuevo coronavirus sobre la economía será pasajero”.

En el pleno apogeo de la guerra comercial entre EEUU y China, y la firma a mediados de enero de la “Fase 1” del acuerdo comercial entre ambas naciones, este nuevo brote del coronavirus es usado para propagar la campaña anti-China, sin duda perjudicando al país asiático, mayor competidor económico y tecnológico del país norteamericano.

aymaraucv@gmail.com
Beijing/ República Popular China
Licenciada en Ciencias Estadísticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Especialista en Gobierno y Política Pública por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV. Profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV y directora del Centro Venezolano de Estudios sobre China (CVEC).