El crecimiento económico de Estados Unidos podría debilitarse todavía más debido a la actual volatilidad de los mercados, estimó este lunes el vicepresidente de la Reserva Federal (FED), Stanley Fischer.
A juicio del experto, esa inestabilidad tiene suficiente potencial para contener también la inflación interna, situada por debajo del dos por ciento, al que aspira la FED como indicador saludable.
En su discurso el directo mencionó la existencia de ingredientes para una ralentización de la economía mundial, aunque no está claro cómo evolucionarán y afectarán la política monetaria de la Reserva Federal.
A fines de enero la FED decidió mantener sin variación las tasas de interés en Estados Unidos, aunque el organismo había anunciado nuevos ascensos asociados al mejor comportamiento de la economía nacional y el desempleo.
El comité de política monetaria conservó los indicadores aprobados en diciembre, cuando subió la tasa a un rango de 0,25 a 0,50 por ciento, luego de siete años casi en cero, con el propósito de contribuir a la salida de la recesión de 2008-2009.
A esta altura, es difícil estimar las probables consecuencias de la volatilidad de los mercados, subrayó Fischer, quien admitió el modesto desempeño del Producto Interno Bruto del país.
Si eso conduce a una persistente restricción de las condiciones financieras, podría marcar más lentitud en el ritmo de la economía mundial y afectar al crecimiento y la inflación de Estados Unidos, comentó.