El presidente de la institución cree en el séptimo arte liberador|Xavier Sarabia: en la Cinemateca somos más que una red de salas

Camino a su medio siglo de existencia, la Cinemateca Nacional sigue en  continua expansión en todos los ámbitos, con la premisa de la inclusión social a través del hecho cultural cinematográfico, así como la inauguración de nuevas salas y más proyecciones.

Por estos días la institución festeja sus 49 años de existencia y su actual presidente, Xavier Sarabia, mira con optimismo, pero siempre vigilante el presente del cine venezolano y la fundación que dirige: “No somos una red de salas como muchos piensan, somos eso y muchos más. Somos la difusión de una cinematografía liberadora y contrahegemónica. Deben crecer las audiencias emancipadas y emancipadoras”.

EN CIFRAS

Sarabia señala que el actual crecimiento del cine nacional es producto del trabajo mancomunado entre la distribuidora Amazonia Films, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, la Villa de Cine y por la Cinemateca Nacional.

Para este directivo esa efectiva alianza se demuestra en cifras. En el año 2013, las películas venezolanas lograron una audiencia de más de 2 millones de personas, mientras que el año pasado pasado esa cifra superó los cuatro millones y medio.

“Es gracias a las acertadas políticas de apoyo impulsadas por la Revolución bolivariana. Hoy el cine criollo experimenta un auge porque se crearon las condiciones para que vaya en aumento no solo la cantidad, sino la calidad. Ahora las venezolanas y los venezolanos optan por apoyar los filmes con sello nacional. Estamos viviendo el más estelar de los momentos en el cine venezolano y no se refiere a hechos individuales sino a hechos colectivos, nos damos cuenta de que hay una presencia indiscutible del cine venezolano en el país”, subrayó Sarabia.

El funcionario resaltó que en ese trabajo de apertura e integración se le ha dado la oportunidad a nuevos cineastas de presentar sus primeros trabajos en cortos, tanto de ficción como documental. Mediante el programa Estrenar el cine nacional, desde el año 2006, a las realizadoras y a los realizadores se les ha dado la oportunidad de presentar 212 cortometrajes. Posteriormente, muchos de estas directoras y directores realizaron sus óperas primas en largometrajes de ficción o documental.

INTEGRADAS A LA COMUNIDAD

En este momento, existen catorce Salas de la Cinemateca Nacional, con capacidad para 125 personas cada una y con edificaciones propias, construidas para tal motivo. Cada espacio se maneja por cooperativas integradas por cuatro o cinco personas, que ofrecen proyecciones con equipos digitales. Solo la sede original situada en el Museo de Bellas Artes, de Caracas, posee su proyector en 35 milímetros.

Sarabia anunció que próximamente se inaugurará una sala de la Cinemateca en Tucupita, estado Delta Amacuro. En cuanto a las salas comunitarias, existen más de 130 en diferentes estados del país. Entre todas estas pantallas, en 2014 se presentaron más de cinco mil funciones, según cifras ofrecidas por el entrevistado.

PUBLICACIONES

En cuanto al área educativa, la filosofía de la directiva de la Cinemateca Nacional es que cualquier investigación esté vinculada a la documentación, para llevarla luego a libros. Los próximos cuadernos sobre cineastas estarán dedicados a Clemente De la Cerda, escrito por Ricardo Romero; y al guionista y dramaturgo Rodolfo Santana, por la pluma de Elio Palencia. También se adelanta un trabajo sobre los noticieros cinematográficos de comienzos del siglo pasado. Y así otras publicaciones en diversos ámbitos.

Con respecto a la preservación del patrimonio cinematográfico nacional, explicó: “Tenemos que tener claro que estamos viviendo a escala mundial una transformación en el campo tecnológico, pero que no es comprendida en mucha profundidad por los que estamos involucrados en el ámbito audiovisual y cinematográfico, de cara a la preservación de la memoria. La preservación en disco duro te puede durar apenas diez años, mientras una película en celuloide puede mantenerse cien años. Debemos dar la discusión sobre cuáles son los verdaderos soportes para preservar el acervo histórico”.

Sarabia no descarta los nuevos soportes, pero es prudente a la hora de utilizar la tecnología para producir y difundir el cine. El funcionario es partidario de cuidarse de “la obsolescencia programada. Un ejemplo, los teléfonos, neveras y lavadoras tienen una duración limitada porque da rédito sin son perecederas rápidamente. Antiguamente duraban más. La idea es que la gente siempre esté comprando equipos nuevos. No quiero decir que en el cine sea así, pero debemos discutirlo para no caer en la obnubilación tecnológica”.

“Tenemos que ponernos de acuerdo en qué tipo de material tecnológico sirve para soporte para la producción, la filmación y la preservación y el archivo. Por ejemplo, llega al país una cámara nueva Pero ¿Tenemos la compatibilidad para la conservación de ese equipo? En este aspecto debemos cuidarnos bien”, insistió.

T/ Eduardo Chapellín
F/ Héctor Rattia