Si pudiera hablar con el señor Roberto Messuti a propósito de los gritos que pegó durante la entrevista realizada por Luis Guillermo García y transmitida por VTV la semana pasada, le diría desde lo más profundo de mi corazón revolucionario y chavista:
Que no nos merecemos sus regaños. Que estamos aquí desde mucho antes que usted y que es gracias a nosotros, el pueblo venezolano, que usted se encuentra ahora ocupando el rimbombante cargo que ocupa en un canal que fue recuperado por el Comandante Hugo Chávez y bautizado como la Televisora Social, Tves, para cumplir con un solo destino: responder a la necesidad del pueblo venezolano de ejercer soberanía sobre nuestros secuestrados medios de comunicación social, o al menos algunos.
Que decirnos radicales no es de ninguna manera un insulto. No nos ofende que nos acuse de buscar la raíz de los problemas que atacan nuestras estructuras y querer demolerlas cuando es necesario para erigir otras nuevas en pro del ideal revolucionario.
Que no se ve bien que nos culpe por rechazar la televisión digerible, superflua y convencional que nos ofrece, que no soportamos el reciclaje del antiguo estilo de RCTV en búsqueda de audiencia a la cual transmitir valores a través de revistas matutinas animadas por un patiquín de sonrisa vinílica y una falsa entonación de voz que no se identifica con la forma de hablar de los venezolanos.
Que no necesitamos más horóscopos, tips de belleza ni hombrecitos enchaquetados, de lentes oscuros, zarcillito y brillo de labios, cantándonos canciones gafas.
Olvidemos las viejas fórmulas: inventamos o erramos.
Queremos discutir, camarada Messuti. Pensar no es aburrido.