Un estudio del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México reveló que el yodo extraído de las algas marinas frescas detiene el crecimiento de tumores de cáncer de mama y de próstata.
Carmen Aceves Velasco, directora de la investigación y secretaria académica del campus del centro de altos estudios, aclaró que la ingesta del medicamento con ese elemento químico no cura la enfermedad pero evita el crecimiento de las células malignas.
Explicó que en el caso del cáncer de mama, el yodo ayudará en el tratamiento de la quimioterapia con doxorubicina, mientras que para los hombres representará una alternativa preventiva contra la hiperplasia prostática al corregir los síntomas y devolver a su normalidad el flujo urinario.
La especialista advirtió que si se consume en exceso puede tener efectos secundarios en la tiroides, por lo que debe administrarse bajo supervisión médica.
El yodo es necesario para el metabolismo y para el funcionamiento normal de la glándula neuroendocrina.