Los habitantes del estado occidental de Zulia celebran la declaratoria de la gaita como Patrimonio Cultural de Venezuela, este lunes 17 de noviembre, justo en vísperas del Día de la Virgen de Chiquinquirá, patrona religiosa de los zulianos y uno de los motivos de inspiración de los compositores gaiteros.
En las emisoras radiales, en comercios y en los puestos de comida rápida, entre otros espacios, resuena este ritmo musical, el cual cuenta en Zulia con más de 300 agrupaciones profesionales y otros cientos en instituciones públicas, privadas, escuelas, liceos y comunidades.
Los alrededores del Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, donde sesionará la Asamblea Nacional para dar el ejecútese a la declaratoria, se encuentra asistido por gaiteros, la comunidad zuliana y la presencia de representantes del gobierno regional y parlamentarios, entre otros.
Leoduvina Vásquez, habitante de la parroquia Cristo de Aranza, indicó que la gaita desde la década de 1970 se comenzó a escuchar en otros linderos del país y «salió airosa, aceptada como ritmo pascuero del país».
«Agradecemos que la AN y los legisladores comprometidos con la soberanía cultural del país le den su espacio justo a la gaita, así como se la dieron a nuestro joropo, a los Diablos Danzantes de Yare, entre otras manifestaciones nuestras», opinó.
Neguito Borjas, compositor e intérprete gaitero, indicó que el reconocimiento a la gaita como patrimonio del país, es un paso gigantesco. «Nosotros queremos titularla algún día Patrimonio Universal, porque ella ha sido acogida y expandida por diferentes partes del mundo e interpretada en otros idiomas», resaltó Borjas, intérprete de innumerables gaitas, entre ellas Sin Rencor.
Borjas solicitó continuar la lucha en contra de la transculturación, dándole más espacio a los ritmos propios del país en todos los eventos nacionales y en los programas de radio y televisión.
Por su parte, el compositor gaitero Heriberto Molina, al manifestar su felicidad por la declaratoria, manifestó que la gaita es un movimiento musical «que alegra el corazón de los venezolanos».
«Este ritmo ha sido un vehículo religioso, contestatario, de alerta para todos los gobiernos para que escuchen la voz del pueblo», detalló, al exponer que este ritmo tiene influencia en los niños, niñas y jóvenes, por lo cual su enseñanza debe ser también decretada en los colegios del país.
Raimundo Montiel, quien habita en la parroquia Chiquinquirá, sostuvo que la AN y el Ejecutivo nacional le han dado justo valor a las expresiones populares, tradicionales y costumbristas del país, lo cual hace que Venezuela sea más fuerte en la defensa de su cultura.
«Ahora los zulianos le pedimos que estudien la propuesta de elevar al chimbanguele, ritmo afrovenezolano con el que se le rinde culto a San Benito, Patrimonio Cultural del país», puntualizó.