Legisladores demócratas e incluso figuras del Partido Republicano se han alzado contra la decisión del presidente Donald Trump de bombardear instalaciones nucleares en Irán, en una operación que amenaza con escalar la tensión en Asia Occidental.
La representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez calificó el ataque como una “violación grave” a la Constitución y al Congreso, y sostuvo que la acción militar “es motivo absoluto de juicio político”.
Por su parte, el senador Bernie Sanders advirtió que el pueblo estadounidense está siendo nuevamente engañado.
“No podemos permitir que la historia se repita. Ya se mintió sobre Vietnam e Irak, ahora se miente sobre Irán”, expresó.
Incluso desde el ala centrista del Partido Demócrata, el senador Adam Schiff reclamó la falta de evidencias que justifiquen el ataque, cuestionando que no se haya compartido información de inteligencia con el Congreso.
En el bando republicano también se oyeron voces disidentes. Legisladores identificados con el movimiento “America First”, como Thomas Massie y Marjorie Taylor Greene, rechazaron públicamente el ataque. “Esta no era nuestra guerra”, afirmó Greene, reiterando su oposición a nuevas intervenciones militares en el extranjero.