Colombia y Sudáfrica convocaron el 15 y el 16 de julio la respectiva conferencia en el marco del Grupo de La Haya, una coalición de países creada en enero de 2025 que apoya a Palestina: Bolivia, Honduras, Colombia, Cuba, Malasia, Namibia, Senegal y Sudáfrica.
La cumbre se desarrolla «como respuesta urgente a la grave situación humanitaria en la Franja de Gaza y en los territorios palestinos ocupados».
Estos son los temas de la agenda y lo que ha ocurrido hasta el momento: El enfoque principal de la reunión es «pasar de las declaraciones a las acciones».
Representantes de más de 30 países participan en los debates. En la sesión ministerial se abordaron medidas concretas que los Estados pueden adoptar a corto y medio plazo con el objetivo de «detener el genocidio».
Se debatieron cuestiones relacionadas con las investigaciones de la Corte Penal Internacional (CPI), así como propuestas de sanciones específicas.
Según la canciller (e) colombiana, Rosa Yolanda Villavicencio, lo que está ocurriendo en Gaza y Palestina «es un dilema entre justicia e impunidad», por lo que «desde Bogotá reafirmamos que Palestina no está sola».
«Esta conferencia demuestra que los Gobiernos del sur global no aceptamos que el derecho sea rehén de la geopolítica, lo que ocurre en Palestina no es una tragedia accidental, sino un régimen de ocupación y exclusión que la comunidad internacional no puede seguir tolerando», puntualizó.
La conferencia cuenta con la participación de la relatora especial del Consejo de la ONU para Derechos Humanos, Francesca Albanese, sancionada recientemente por EEUU por pedir a la CPI que inicie acciones contra funcionarios estadounidenses e israelíes tras su informe sobre las empresas «que han lucrado» con las acciones militares de Israel en Gaza.
Tras la ceremonia de clausura, está prevista una rueda de prensa, así como una movilización simbólica en el centro histórico de Bogotá. En palabras del viceministro colombiano de Asuntos Multilaterales, Mauricio Jaramillo Jassir, esta reunión no aborda exclusivamente la cuestión de Palestina, sino que trata de «defender el derecho internacional», el principio de autodeterminación, así como postular el rechazo a prácticas de «limpieza étnica, apartheid y, por supuesto, genocidio».