Los momentos de crisis siempre han significado circunstancias ideales para que se generen los cambios necesarios. Hoy nuestro país empieza a encarar con preocupación el descenso de los precios del petróleo, lo que se traduce en que el ingreso neto de dinero para el funcionamiento del Estado tendrá recortes obligatorios que implementar.
Cuando en una casa el ingreso familiar disminuye por adversidades económicas, las familias empiezan a “apretarse el pantalón” y reducen los gastos innecesarios, apelan a la austerirad y buscan optimizar el uso de los recursos que se perciben quincenal o mensualmente. Nuestro Presidente obrero, Nicolás Maduro, percibe con certeza que el uso que se ha hecho de las divisas en dólares sigue mostrando irregularidades. Renovar a la directiva de Cencoex es la viva muestra que desde esa institución muy poco se ha hecho para combatir la guerra económica que arrecia contra la revolución y el pueblo. Cencoex no ha cumplido con el propósito para que fue creada.
El control de cambio ha sido, es y siempre será necesario en un país donde el sector privado domina la economía y teje redes mafiosas que expropian los dineros del pueblo de las mil y una formas. Un sector privado más acostumbrado a ejercer el capitalismo parasitario que el emprendimiento productivo. Los parásitos siguen vivitos y coleando, alimentados por el Estado burgués que le ha seguido suministrando miles de millones de dólares sin ningún control o supervisión real que frene las distorsiones económicas que vemos día a día. Obviamente, los dólares que comen los parásitos vienen de Cencoex y en revolución debemos asumir con altura y autocrítica esta verdad para no repetir la comedia que significó Recadi durante la cuarta república.
La nueva directiva de Cencoex tiene una misión histórica en un momento clave de la revolución bolivariana. La prosperidad de la patria dependerá de la buena administración del ingreso nacional, sobre todo de los dólares que se le inyectan al sector importador del país. Es imprescindible cortar el suministro del dinero del pueblo a quienes sólo conspiran contra el pueblo y contra la estabilidad económica de nuestra nación.
El 2015 es un año trascendental a nivel político, económico y social. La economía determinará el desarrollo del resto de los escenarios. Como uno de los actores principales tenemos a Cencoex, el momento es ¡Ya!