Por José Ismael Lozada|¡Sana, sabrosa y soberana! (Opinión)

Como maestro, y ciudadano de este hermoso planeta, veo con preocupación que gran parte de la humanidad es atacada por una de las enfermedades más terribles del siglo XXI: la “obesidad”, y también que nuestras niñas y nuestros niños no se escapan de este flagelo.

El capitalismo voraz por su afán de vender una comodidad y rapidez a la población ha inventado las llamadas cadenas de comida rápida, que llenan de ilusiones falsas con sus juguetes, y promociones la mentalidad de millones de niñas, niños jóvenes y adultos a nivel mundial, envenenando con sus productos el bienestar en el desarrollo físico y mental de la población.

La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública, en todo el mundo. Venezuela, no se escapa de esta realidad y por esta razón, el Gobierno Bolivariano, de la mano de nuestro comandante Hugo Rafael Chávez Frías, y ahora del presidente Nicolás Maduro, ha impulsado una campaña en nuestras escuelas a través del Programa de Alimentación Escolar (PAE).

A través del PAE se brinda asistencia alimentaria de manera gratuita a nuestros niños y adolescentes. Uno de los temas que maneja este maravilloso programa, es el del “Trompo de los alimentos”, un método creado por el Instituto Nacional de Nutrición en1999, que ilustra en un juguete tradicional venezolano, el trompo, de forma divertida los tipos de nutrientes en cinco bandas: cada una señala las proteínas, carbohidratos, hortalizas, frutas, las grasas y dulces.

Me llama la atención que en las franjas del “Trompo de los alimentos” se encuentre reflejada la gastronomía de nuestra cultura afro-indígena, comida ancestral que nutrió durante siglos a nuestros pueblos originarios. El maíz, la papa, el casabe, caraotas, lentejas, berenjenas, chocolate, el papelón sustituyendo a la peligrosa azúcar blanca, aceite de soja, son los alimentos que se incluyen en el menú diario en las escuelas acompañados de una alianza perfecta como lo es el agua y el deporte.

El PAE es un programa de alimentación revolucionaria. Somos lo que comemos, inculcarles a nuestras niñas y a nuestros niños a comer sano, sabroso y soberano es la mejor arma para combatir la obesidad, la diabetes y otras enfermedades causadas por la mala alimentación promocionada por la sociedad de consumo que tanto daño le está haciendo al ser humano.

joseismaellozada@gmail.com

Solamente tiene un inconveniente: cuando se le adeuda a los proveedores dejan de funcionar en aquellos planteles donde todavía funciona bajo la figura del proveedor privado.