La criatura más resistente sobre la fa de la tierra es, sin dudas, el oso de agua o tardígrado. Con menos de 1,5mm de largo, puede deshidratar su cuerpo hasta solo 1% de su contenido normal de agua.
Fueron descritos por primera vez por Johann August Ephraim Goeze en 1773. El término Tardígrada significa «de paso lento» y fue dado por Lazzaro Spallanzani en 1777 justamente debido a la lentitud de este animal. La denominación oso de agua fue dada por Goeze (del alemán Kleine Wasser-Bären, literalmente «ositos de agua») y hace referencia a la manera en la que caminan, similar al andar de un oso.
Son extremófilos: animales que pueden existir en las condiciones más hostiles. Ejemplares de tardígrados han sido hervidos a 150º C y congelados en nitrógeno líquido sin que se note ninguna lesión.
Este animal puede sobrevivir a la presión de 6.000 atmósferas. En 2007 la nave espacial rusa FOTON-M3 puso a pasajeros tardígrados en órbita.
Después de 12 días de exposición al vacío, el frío y la radiación del espacio, no se habían limitado a sobrevivir… ¡Habían puesto huevos y habían nacido sus crías!
Los tardígrados son ovíparos y experimentan un desarrollo directo, sin fases larvarias. Carecen de aparato circulatorio, respiratorio y excretor. Poseen unas células (matoxistemas) que les permiten sobrevivir en cualquier medio ya sea: agua, aire, vacío, etc.
Habitan especialmente en la humedad que recubre musgos y helechos, aunque también llegan a habitar aguas oceánicas o de agua dulce, no habiendo virtualmente rincón del mundo que no pueblen.
Fuente/BBC, Agencias