Por Kenny García Ortega|¿Soberanía económica cero? (Opinón)

En el libro titulado La Sociedad Sitiada, del filósofo polaco Zygmunt Bauman, se hace un valioso análisis sobre la posmodernidad y el sistema actual en el que se desarrollan las instituciones a lo largo y ancho del planeta. En uno de sus apartados enfatiza en el hecho que el poder económico a escala mundial domina todo a su paso y que la autoridad de los Estado-Nación es inocua ante las fuerzas que mueven el comercio global. Puntualiza que la independencia política es una simple distracción con la que se entretienen los Estados ingenuos, que lo importante y trascendental es la independencia económica y cultural.

Trayendo esta apreciación al escenario venezolano vemos que en nuestro país se ha consolidado con creces la independencia política pero a nivel económico y cultural apenas estamos en pañales, más aún al ser víctimas de una guerra económica que nos mueve como a una hoja en medio de una tempestad.

La Revolución Bolivariana se ha centrado en distribuir el ingreso petrolero que antes era devorado impunemente por la burguesía parasitaria. Hoy esa burguesía sigue percibiendo ese dinero de la renta petrolera pero luego de pasar, en parte, por las manos del pueblo. La estructura económica perversa y capitalista de 1998, sigue funcionando con mayor prestancia en pleno 2015.

Las principales empresas explotadoras del suelo venezolano son de capital foráneo, más aún, se privilegian grupos empresariales, acuerdos y “alianzas” con Estados imperiales e intervencionistas como Estados Unidos y España. El país gringo está de primero en el ranking de la balanza comercial con Venezuela; empresas de telefonía como Movistar, propiedad de la transnacional española Telefónica, hacen negocio en nuestro suelo gracias a la complacencia del Estado burgués. Los vagones del Metro también vienen de España, así como los barcos de vigilancia que utiliza la Armada se construyen, insólitamente, con este país medieval donde aún existe la monarquía.

Seguimos dependiendo de factores externos en todos nuestros ámbitos. Colombia saquea nuestros bienes y recursos a merced con diferentes métodos. Hablamos mucho de software libre, mientras las instituciones siguen usando Windows y nuestro país no fabrica siquiera una impresora 100% venezolana. Hacemos acuerdos de “transferencia tecnológica” en los que las cláusulas solo establecen que seremos unos tristes ensambladores de productos, perpetuando así el coloniaje económico del cual somos cómplices. El fracking gringo nos tiene en jaque, etc.

¿Qué tenemos entonces? ¿Soberanía cero a nivel económico?

@CyberRevol

Es así…soberanía económica cero! A pesar de la gran cantidad de recursos no hemos sido capaces de aprender a utilizarlos para nuestro propio beneficio…hoy en día somos mucho mas dependientes de las exportaciones que antes (pollo, margarina y muchas otras cosasde Brasil, carne y leche de Uruguay, papel toilet de Miami) . Instituciones como porcinos del Alba por ejemplo nacieron con la idea de acercarse al productor, enseñarlo y ayudarlo pero tristemente la corrupción también llego allí y los créditos los otorgaron a quienes no querían trabajar y la capacitación a quien no quería aprender..es nuestra historia. Somos un pueblo q solo quiere comprar no producir y las políticas de inversión social solo han incentivando ese pensamiento porque basta «demostrar» pobreza para que el gobierno les haga llegar «alguito» q se convierte en suficiente para comprar lo necesario. Hemos combatido el hambre pero no la pobreza mental, no hay incentivo para quien quiere producir 100% venezolano. Trist