Por Carolina Escarrá Gil|“Crisiado” (Opinión)

Recibí el pasado sábado 1 de agosto un documento elaborado por una institución reconocida como “centro de pensamiento” para prever y establecer estrategias frente a los conflictos en el mundo: crisisgroup internacional.

Este documento del 30 de julio y de 20 páginas, titulado en su página web «Venezuela: un desastre evitable», aunque la verdadera traducción es «Venezuela: un desastre no natural», luego de presentar la típica “situación de caos” en nuestro país, que han venido describiendo todos los informes del ala del Complejo Militar-Industrial ligado a los centros de pensamiento estadounidenses desde la llegada de la Revolución Bolivariana y, enfocándose en este caso en torno a la escasez de medicinas y magnificando los conflictos en torno a los temas de salud y de alimentación, así como carencias en torno a la producción, describen lo que luego denominan una verdadera «crisis humanitaria».

Lo interesante del documento en cuestión no está en el desarrollo de más de lo mismo para describir “la peor de las crisis” sin sentarse a revisar el ombligo gringo, especialmente en esas dos áreas temáticas, ni vincularlo a la crisis internacional que muchos economistas señalan que se avecina y para cuya contención necesitan más que una moneda decadente en un sistema financiero agonizante, o un Tratado TransPacífico para contener el impulso chino que aún no consiguen; sino en sus conclusiones en las que luego de señalar “los peligros” para los países fronterizos, en especial Colombia, sugiere a los países de la región y a toda la comunidad internacional «no seguir usando la adhesión al ampliamente aceptado principio de no injerencia como pretexto para no involucrarse» en la crisis de Venezuela.

Mientras estos estudios se realizan, la diplomacia de paz se impone en el caso Guyana y la octava estrella sigue ondeando en nuestra bandera cumpleañera; los efectos de la crisis humanitaria colombiana y los intereses internos y foráneos que promueven grupos paramilitares y bandas criminales en nuestro país son contenidas con la OLP; continúa disminuyendo la pobreza; así como continúan fortaleciéndose las organizaciones regionales; y se siguen dando muestras de la esencia democrática de nuestro pueblo con los pasos hacia las próximas elecciones legislativas del 6-D, cuyo resultado definitivamente, tiene «crisiado» al imperialismo.

cescarragil@gmail.com

Peor la muestran, y tiene que ser así, los palangristas de las ONG, pasquines, emisoras radiales y televisivas, por cuanto les es más difícil engañar a los que vivimos la realidad. De cualquier manera es más fácil engañar a los yanquis, españoles y portorriqueños para que no vean la viga en su propio ojo.