Derecho a réplica de usuarias y usuarios|“Respeto y consideración para nuestros hijos”

Por error, la versión digital del Correo del Orinoco publicó los nombres de dos niños merideños en una nota relacionada con el brote de influenza AH1N1, práctica que violenta las leyes venezolanas. Por la defensa del periodismo responsable y el derecho de las usuarias y los usuarios, reproducimos, tanto en la versión digital como en la impresa, el derecho a réplica solicitado por sus padres Yajaira Coromoto Sánchez Peña y Alejandro Rondón Sánchez.

«Nosotros, Yajaira Coromoto Sánchez y Alejandro José Rondón, somos los padres de la niña y el niño señalados en la versión digital de este medio (Correo del Orinoco) como diagnosticados con el virus AH1N1, ambos alumnos de una conocida escuela de la ciudad Mérida.

Como padres interesados en la salud física, mental y espiritual de nuestros dos hijos, pero también como personas que desean llevar tranquilidad a nuestra comunidad –y haciendo uso de nuestro derecho a réplica- queremos aclarar una serie de informaciones inexactas publicadas por éste y por otros medios de comunicación, tanto impresos como digitales, notas periodísticas en las que queda expuesta en distinto grado la integridad de nuestros representados y que deben aclararse en aras de devolvernos la tranquilidad como núcleo familiar.

Para dejar en claro el problema generado por la publicación de las referidas informaciones, debemos hacer un breve recuento de los hechos.

El día viernes 25 de febrero nuestro hijo presentó un cuadro típico de gripe. Ese día, ni él ni su hermana tuvieron clases. Durante el fin de semana, los días 26 y 27, el niño presentó fiebre y desgano general. La niña estuvo bien hasta el domingo, cuando presentó ligeros síntomas gripales. Como padres pensamos que estábamos frente a un caso común de resfriados o gripe.

El lunes 28 de febrero el niño presentó una leve mejoría, pero el martes 29 recayó ya que presentó fiebre alta, conjuntivitis, decaimiento total, cansancio, pérdida del apetito y una tos muy seca. La niña se mantuvo bien, sólo con una ligera gripe.

En vista de que el niño no mejoraba, el martes 1 de marzo lo llevamos a su pediatra, en horas de la noche. Cuando este médico vio al niño, como profesional tuvo la percepción de que se trataba de algo más que una gripe o proceso febril normal. Nos dijo que posiblemente se trataba de Influenza A y hasta de un caso de AH1N1. Nos pidió que lo lleváramos al Ambulatorio Venezuela para hacerle el hisopado nasal, prueba que puede confirmar si el virus es sospechoso de AH1N1.

Acudimos la mañana del martes 2 de marzo al ambulatorio y la prueba en el niño dio positivo como sospechoso de AH1N1. Esa prueba se llevó a Caracas y allí se completó el proceso de confirmación de la enfermedad.

Inmediatamente se inició el proceso médico que requieren estos casos, en el cual se resalta el aislamiento del paciente e inicio del tratamiento. Vale aclarar que la prueba médica es rápida y los resultados son inmediatos. Los medicamentos son gratuitos.

Todos en la familia hicimos el aislamiento y tomamos el tratamiento para evitar contagios, aunque ni la niña, ni nosotros como padres, tuvimos síntomas que indicarán la presencia del virus. La aplicación de los medicamentos tuvo un efecto inmediato en el niño y ya el 3 de marzo, apenas un día después de iniciado el tratamiento, estaba bastante mejor.

Según la información médica aceptada para estos casos, el virus sólo puede contagiar durante la enfermedad hasta por siete días, sin embargo el aislamiento se hace por 10.

Quiere esto decir que el aislamiento y tratamiento se aplicó de manera efectiva del 2 de marzo, hasta su culminación el 12 de marzo. Una orden médica indicaba que ya el niño podía reincorporarse sin problemas a clases el lunes 14 de marzo. Aún más la niña, quien nunca tuvo síntomas y aún así se aplicó el tratamiento completo.

Sin embargo, el lunes 14 de marzo por el estado del tiempo lluvioso tomamos la decisión de no enviarlos a clase. El martes 15 la niña sí fue a sus clases normales. El niño permanecía en casa debido a las lluvias.

El 16 de marzo nos enteramos de que en la prensa se hablaba de nuestros hijos, en una información que creaba intranquilidad entre la comunidad educativa, ya que llevaba a pensar que los niños estaban aún enfermos.

En la versión digital de este medio, diario Correo del Orinoco, se publicaron los nombres de los niños en la página electrónica: www.correodelorinoco.gob.ve, durante el martes en la noche, situación que está prohibida en resguardo de la integridad de los niños. Además, se creó intranquilidad en la comunidad escolar, hecho que podría traer situaciones de rechazo hacia nuestros representados por parte de personas confundidas o poco informadas.

En resumen, por la cronología de los hechos explicados queda totalmente claro que:

.- De nuestros dos hijos sólo uno fue detectado con AH1N1. A la niña no se le confirmó esta enfermedad.

.- El niño nunca se enfermó en el colegio. Su enfermedad se desarrolló en el hogar (a partir del 25 de febrero).

.- El proceso de diagnóstico y tratamiento se cumplió de forma estricta durante más de 10 días. .- Nunca hubo contacto en nuestra comunidad, mucho menos en la escuela.

.- El tratamiento fue efectivo y con confirmación médica. Por lo tanto ni el niño ni la niña pueden a estas alturas contagiar la enfermedad.

El definitiva, nuestros hijos, cosa que agradecemos a nuestro pediatra, y a los entes de salud, gozan de plena salud por lo que la publicación el martes 15 de marzo de la información produjo un malestar familiar y escolar innecesario.

Si bien no queremos que por este episodio sean afectadas personas, sí consideramos que los medios involucrados asuman su responsabilidad para con este caso, dando el derecho a réplica e informando de manera correcta lo que ahora nos toca asumir colectivamente en cuanto a la prevención y cuidado de salud.

No queremos que nuestros hijos sean víctimas de rechazo ahora que la enfermedad ha tenido un brote importante en el estado Mérida. Para ellos apelamos a la seriedad, la conciencia, el respeto y la consideración de los medios y de la comunidad involucrada».

Los padres,

Yajaira Coromoto Sánchez Peña

Alejandro Rondón Sánchez

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  • No entiendo en verdad porque se cometen estos errores, como es el de revelar los nombres de esos niños, exponiendolos al escarnio publico debería de existir una multa que pechara esta falta a la ley por parte de los medios de comunicación.