La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), que actualmente supervisa la destrucción del arsenal de Siria, ha sido reconocida con el Premio Nobel de la Paz.
De acuerdo con el organismo global de control de armas químicas con sede en La Haya, las armas químicas son dispositivos y municiones que tienen en su interior sustancias tóxicas, cuyo objetivo es provocar incapacidad temporal o lesiones en personas o animales y, en su defecto, causar la muerte.
¡Letales y traumáticas!
Las armas químicas se clasifican en agentes asfixiantes (cloro, fosgeno), vesicantes (gas mostaza, lewisita), hemotóxicos (cianuro de hidrógeno) y neurotóxicos (sarín, soman, vx). Los principales daños a la salud son:
Irritación de ojos y vías respiratorias.
Disnea.
Constricción en el pecho.
Edema pulmonar.
Ampollas en la piel.
Asfixia agónica.
Complicaciones en la sangre.
Conjuntivitis.
Neumonía.
Pérdida de la coordinación.
Envenenamiento.
Mientras que los efectos psicológicos de las armas químicas son el estrés postraumático y el miedo que deja una guerra o un atentado con este tipo de armamento.
¡Su daño es histórico!
Por su parte, la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) detalla que las armas químicas se han utilizado en diferentes etapas de la historia.
1- 22 de abril de 1915 en Bélgica, donde tropas alemanas utilizaron gas cloro durante la primera Guerra Mundial, causando asfixia y muerte a miles de personas.
2- En la guerra de Vietnam, las tropas de Estados Unidos usaron agentes neurotóxicos como herbicidas y gases venenosos, lo que ocasionó la muerte de miles de personas y deformaciones en recién nacidos.
3- Guerra Iraq-Irán. La utilización de gas mostaza y agente neurotóxicos ocasionaron daños en la piel, pérdida de visión y miles de muertes.
Actualmente, Siria ocasionó la muerte de al menos mil 400 personas con el uso de armas químicas como gas sarín, mostaza, los cuales fueron cargados en misiles, ojivas y cohetes.