Para el diplomático y ex embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton Matos, el proceso de paz que se vive en la República de Colombia, luego de los diálogos que se iniciaron en La Habana, Cuba, desde 2012, permitirá fortalecer las relaciones, diplomáticas, bilaterales y de cooperación entre Venezuela y este país neogranadino.
En función de Estados y sabia relación entre Colombia, podría sacarse provecho de las relaciones diplomáticas, bilaterales y de cooperación a partir de estos acuerdos de paz, dijo durante entrevista en el programa José Vicente Hoy, que transmite el canal privado Televen.
Al mismo tiempo advirtió: “yo alertaría los mangazones empresarios afiliados a Fedecamaras (…) esto lo señalo como un punto muy específico, porque si no hay producción, distribución y comercialización nuestros empresarios pueden ser desplazados por empresarios colombianos”.
Destacó el papel del comandante supremo Hugo Chávez y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en este proceso de paz en Colombia, que en su opinión “fueron factores decisivos”.
Señaló que Santos desde su puesto de presidente asumió su responsabilidad junto al comandante Chávez en torno al tema fronterizo con Venezuela, sin tocar los diálogos de paz en Colombia.
Reconoció igualmente a los sectores institucionales de Colombia y los insurgentes, que finalmente entendieron que los problemas no se resuelven matando a los disidentes, que hay que ir al pueblo, «que fue la gran sabiduría de Chávez”
Aseguró que gracias a las acciones del líder revolucionario, la guerrilla de la FARC aceptó el proceso de diálogo con el Gobierno colombiano y comprendió que «no era tiempo para la lucha armada sino para confiar en los pueblos».
«Tengo una gran esperanza sobre el acuerdo de paz», manifestó.
Resaltó que durante las conversaciones en La Habana se logró algo más que la paz: “la disposición al perdón”.
Recordó que uno de los momentos más importantes del proceso fue la incorporación de las víctimas a las mesas de trabajo: «La incorporación de las víctimas de ambas delegaciones encaminó el diálogo», señaló.
Sin embargo, apuntó que “falta mucho todavía por trillar. Fue un espectáculo de Estado; Colombia no había conocido nunca la paz”.
Al citar la historia, consideró que ahora “no debería haber razón por la que los colombianos se maten ni los venezolanos tampoco”.
Criticó la postura de Álvaro Uribe, que en ocasiones pidió conversaciones de paz «y luego se fue radicalizando, enloqueciendo (…) y puede ser que aprovechó su relación con la oposición (de Venezuela) para golpearnos duro”.
«Debemos tener mucho cuidado de que no importemos malas costumbres, que ya algunas de han ido flitrando en nuestro país», alertó.