El Gobierno colombiano está permitiendo a los medios de la ultraderecha falsear la verdad de lo que ocurre en la frontera colombo-venezolana al señalar al presidente Nicolás Maduro de “xenófobo” y “separador” de las familias que conviven en las fronteras. ¡Nada más ajeno a la verdad!
El presidente Juan Manuel Santos desconoce que la gran mayoría de colombianos que emigraron hacia Venezuela lo hicieron porque no tenían garantía de sus vidas, además de la pobreza existente y el sufrimiento de las clases menos preciadas por la oligarquía; muy por el contrario, el colombiano encontró apoyo, solidaridad y, ante todo, oportunidad de trabajo, salud y educación gratuita, algo imposible en la región colombiana.
Esta realidad, presidente Santos, nadie se la ha contado: el pueblo de Simón Bolívar ama y respeta al colombiano trabajador que es la inmensa mayoría residenciada en el país; no al narcoparaco que nos infiltró el narcoparaco mayor Álvaro Uribe Vélez, quien permitió la instalación de bases militares en el sagrado suelo colombiano con el fin de invadir a Venezuela; como bien lo dijo: “…me falto tiempo”.
En lo personal pertenezco a ese inmenso grupo de casi 6 millones de colombianos que emigramos de la violencia criminal desatada a raíz del asesinato del gran caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán; fue esa misma casta oligárquica que desde siempre ha desgobernado a Colombia y que ha permitido las masacres de esa “familia dueña del territorio” que se le ha entregado al imperialismo yanqui.
Hace 65 años, siendo un adolescente, salí de mi país natal, huyéndole al terror y a la miseria, llegando a Venezuela; para esa época la vida no era fácil por carecer de documentación para trabajar. Solo a la llegada al poder del comandante Hugo Rafael Chávez Frías se inició una campaña para dotar de documentos de identidad y legalizar a quienes necesitaran hacerlo, a la vez que ofreció una excelente calidad de vida, salud, educación gratuita en todos los niveles desde la primaria a universidad, además de facilidad para extender estudios universitarios en convenio con otros países, a todo costo sin que el emigrante tuviese que pagar absolutamente nada.
Presidente Santos, infórmese de la realidad del colombiano en Venezuela y se dará cuenta por qué el que está aquí no se quiere ir para Colombia y el que está allá desea vivir en Venezuela.
Afronte la necesidad de poner en orden la frontera con Venezuela y busque los mecanismos para que entre pueblos hermanos sigamos teniendo las mejores relaciones bolivarianas, como los genios democráticos lo soñaron.