A pesar de la negativa del presidente Sebastián Piñera de firmar la histórica Ley de retiro de anticipo de pensiones, este viernes tuvo que promulgarla ante el clamor de la sociedad chilena, que exigía su aprobación, reseñaron medios internacionales.
Después de haber descartado vetar la iniciativa o enviarla a su revisión en el Tribunal Constitucional, el mandatario chileno promulgó la ley que permite el retiro del 10% de los fondos de pensiones, un día después de su aprobación en el Congreso, lo que constituyó un duro golpe a su gestión.
La ley permitirá retirar de manera anticipada hasta un 10 % de los fondos de pensiones mientras dure la pandemia y busca aliviar a la castigada clase media, que representa casi la mitad de los 19 millones de habitantes de Chile.
La ley también contempla que el dinero será transferido a la cuenta bancaria del beneficiario o a la cuenta que tenga en su fondo de pensiones; eso lo decide el afiliado; la norma también dice que los actuales pensionados pueden verse beneficiados por la nueva ley.
Este proyecto fue impulsado por la oposición, y ha generado una fuerte crisis en el oficialismo chileno, pues fue aprobado gracias al voto a favor de varios legisladores gubernamentales, mientras que desde las bancadas progresistas se califica como “histórico” porque entienden que puede suponer el inicio de un cambio profundo en el sistema de pensiones del país, basado en el ahorro individual obligatorio gestionado por empresas privadas.
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