Hace 189 años nació en Caracas|Arístides Rojas fue el gran divulgador de las ciencias naturales y la historia en la Venezuela del siglo XIX

El 5 de noviembre de 1826 nació en Caracas Arístides Rojas Espaillat, médico, y pionero en distintos campos científicos del país, así como autor de una obra histórica que permite a las nuevas generaciones conocer personajes y episodios significativos del pasado nacional en muchos casos tomados por él de los propios protagonistas, así como datos en torno a exploraciones espeleológicas, como la primera de Alejandro de Humboldt en 1799 a la Cueva del Guácharo.

ALMACÉN DE ROJAS

Rojas, hijo de los dominicanos José María Rojas Ramos y María Espaillat quienes llegaron a Venezuela en 1822, hereda en 1855 el establecimiento comercial “Almacén Rojas Hermanos”, librería y centro de tertulia frecuentada en su primera época por Juan Manuel Cajigal, José María Vargas y Antonio Leocadio Guzmán, entre otros.

El acucioso investigador publicó “centenares de artículos científicos, de costumbres, geología, sismología, estadística e historia, y diversos libros, entre los cuales destacan Leyendas Históricas de Venezuela y Orígenes Venezolanos”. También escribió Humboldtianas, Crónicas de Caracas y Orígenes de la Revolución Venezolana, para cuya redacción “Muchas familias de próceres ponen en sus manos importantes datos” [Yuleida Artigas].

En 1864 funda con su hermano Marco Aurelio, la Editorial Rojas Hermanos, que cada año desde 1871, publicó el tradicional ‘Almanaque Rojas Hermanos’, que aún se adquiere el mes de diciembre en el país.

De una erudición excepcional en distintos campos, permaneció siempre ajeno al reconocimiento y la exhibición. Cuando en 1888 se le ofreció un sillón de la Academia Nacional de la Historia como Individuo de Número, rehusó el honor alegando que otros merecían la distinción.

EXCURSIÓN ENTRE DISPAROS

En la Venezuela del siglo XIX, sometida a un orden oligárquico y feudal, que sólo encontraba como opción para definir su destino el cíclico levantamiento armado guiado por jefes liberales, que a su vez derivaban en caudillos regionales y quienes movilizaban a la peonada bajo consignas de constitucionalismo -contra de los conservadores y detentadores del privilegio-, la incursión en actividades de corte científico, de exploración, pedagógica o de divulgación en foros académicos y artículos impresos, constituía una labor de escaso incentivo para quien careciese de la firme convicción en el progreso.

Así vemos a Rojas a partir de 1855 cuando, ya con buen acervo de de información recogida en sus acuciosas excursiones, comienza a publicar lo investigado como naturalista, y en la clasificación de especies arbóreas, especialmente. Y su producción no concluirá sino con la muerte. De otra parte Rojas personifica la transición entre la concepción creacionista de la naturaleza y el evolucionismo de la escuela positivista.

EL GUÁCHARO

Con suma gracia relata don Arístides, en artículo publicado en 1875, su incursión personal en la formación montañosa de Caripe (actual estado Monagas), donde se localiza la célebre cueva habitada por los noctámbulos guácharos. Y aprovecha la oportunidad para rendir tributo al sabio alemán Alejandro de Humboldt, recordando la visita que este realizara en 1799 al lugar.

Dice Rojas: “He aquí un tema inagotable; la descripción de esta maravilla de Venezuela, célebre desde el día en que ahora 76 años, la visitó… Humboldt (…) A poco andar llegan a sus oídos gritos lastimeros de las aves nocturnas, que han divisado a los nuevos huéspedes de la caverna (…) la gritería de las aves se aumenta (…) en medio de aquella espantosa algazara…las aves se defienden del hombre y de la luz artificial. A los resplandores de esta, se proyectan en la bóveda las numerosas estalactitas…todo participa de aquella naturaleza terrible envuelta por las sombras del misterio. Adelante! dice Humboldt” [Fuente: http://www.pdv.com]

PARQUES Y ESCUELAS

Distintos sitios del país recuerdan al infatigable andariego y rastreador de nuestros paisajes. Uno muy especial es el Parque Arístides Rojas, ubicado en la avenida Andrés Bello de la capital de la República, que cuenta con nutrida sala de biblioteca, y en cuyos pasajes arborizados se congregan grupos de jóvenes exploradores, brigadas escolares y de boy scouts, además de grupos teatrales, promoviendo actividades del tipo a que era tan afín el impenitente andariego.

En el sector El Paraíso de Caracas igualmente funciona la unidad educativa con el epónimo de Arístides Rojas. Y en Villa de Cura, estado Aragua, la Escuela Básica Nacional «Arístides Rojas». También se le honra en el campo de las ciencias de la tierra cuando, en 1949, se da el nombre de Monumento Natural Arístides Rojas a los Morros de San Juan.

La personalidad de Arístides Rojas ha quedado registrada por su propia pluma cuando, como retratándose a sí mismo dice de Simón Rodríguez «Huía de la sociedad para reconcentrarse en la fantasmagoría de su espíritu» [Leyendas Históricas de Venezuela]. De sus trabajos, buena parte se recogió en las Obras Completas; otra quedó dispersa en los periódicos y revistas de la época, o en manuscritos.

T/ Néstor Rivero
F/ Cortesía- IABN

DON ARISTIDES ROJAS, INSIGNE VENEZOLANO. GRACIAS POR ESOS CONOCIMIENTOS.