Enmarcado en la celebración del segundo aniversario del Correo del Orinoco, este martes finalizó el ciclo de foros denominado Artillería del Pensamiento versus Fábrica de Mentiras, que contó con la participación de periodistas, intelectuales y analistas nacionales e internacionales.
Por espacio de tres días reflexionaron con el público asistente sobre la participación de los grandes grupos económicos en los conflictos mundiales y la distorsión de la realidad mediática internacional.
En los espacios de la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), ubicada en la urbanización Altamira en Caracas, culminó este martes el ciclo con el tema La ruptura del cerco mediático contra el pueblo de Libia.
La experiencia de Telesur, cuyo moderador es el presidente del diario Ciudad Caracas, el periodista Ernesto Villegas, y como ponentes los periodistas Jordán Rodríguez y Rolando Segura, quienes trabajaron como enviados especiales de Telesur en Libia.
Durante su intervención, Villegas expresó que en la lucha contra la mentira no puede haber un minuto de descanso, porque estamos inmersos en un mundo sometido, no solo a la guerra armada, sino al bombardeo incesante de una maquinaria colosal de comunicación que trastoca la verdad para abonar los más oscuros intereses de los poderosos de siempre.
«En foros como este los medios de comunicación hermanados en Revolución contrarrestan las mentiras que muchas veces bombardean a los pueblos antes que las armas, concluyó.
En lo que respecta al tratamiento mediático de la guerra civil que se desató en Libia con apoyo de las potencias extranjeras, los periodistas Jordán Rodríguez y Rolando Segura, en compañía del equipo de camarógrafos de la televisora multiestatal Telesur, relataron sus experiencias frente a otros corresponsales de las llamadas grandes potencias de la información internacional y el papel que jugaron a la hora de ocultar la verdad.
En su intervención resaltaron la importancia de continuar la lucha contra los cercos mediáticos que se siguen dando en Libia y otros países del mundo, con los que se pretende justificar invasiones y agresiones.
Asimismo, coincidieron en la importancia de que los ciudadanos del mundo tomen conciencia del papel geopolítico que juegan las grandes maquinarias comunicacionales al someter a los pueblos a incesantes bombardeos de mensajes que trastocan su capacidad de discernimiento y los coloca en desventaja frente a la realidad.