Por Malú Rengifo|Atención para Nevado (Opinión)

Hace más o menos dos años, un grupo de venezolanas y venezolanos interesados en la protección animal se reunieron en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, en Caracas, donde afinaron los primeros detalles de lo que más tarde se convertiría en la Misión Nevado, la primera de todas las misiones que nació del Poder Popular.

La experiencia ha sido sumamente positiva, al punto que la Misión Nevado ha servido incluso como punto de encuentro del chavismo y la oposición, territorio neutral en el que trabajan juntos, mujeres y hombres, por el bien de nuestros animales.

Pero aunque la misión ha salido adelante con grandes logros y ha recibido el incondicional apoyo de nuestro Presidente Obrero, al poco tiempo de su consolidación comenzaron las denuncias raras: maltrato, chanchullos y repartición de cargos.

Como en toda iniciativa que mueve dinero, los señores burocracia y zancadilla, par de personajes cuartorrepublicanos que continúan vivos en algunos corazones, ponen su dosis de veneno diario: comunidades en Caricuao han denunciado que les llegan las vacunas a 108 bolívares cada una, mientras el precio real es de 47 bolos, pero quizá lo más triste es la desaparición de la figura del “voluntariado”, a la que no se le da importancia desde que se institucionalizó la misión y los antiguos voluntarios que aún quedan comenzaron a cobrar.

Sin entrega y sin amor Nevado está condenado a perderse para siempre.

¡Debe impulsarse el trabajo voluntario, legado del comandante Hugo Chávez y el Che! ¡Debe rescatarse la Misión Nevado y el espíritu de entrega que la hizo surgir desde las bases!

malurengifo@gmail.com

lo certifico y con pruebas! y no solo hablo por el colectivo de Caricuao si no por otros del oeste del oeste