Dos personas resultaron heridas de gravedad en un atentado en Bagdad, capital de Irák, un día después de una cadena de 14 ataques que ocasionó 65 muertos, informaron este sábado fuentes oficiales en medio de una tensa crisis política.
La Policía de Irak reportó que una presentadora del canal Bagdad TV y su hija sufrieron lesiones de consideración el viernes en la noche a causa de la detonación de un artefacto explosivo colocado debajo de su automóvil que estaba estacionado en una zona del norte de la capital.
El atentado se registró apenas 24 horas después de que varias zonas de esta ciudad fueron sacudidas el jueves por 14 bombazos en serie, con saldo de al menos 65 fallecidos y 176 heridos, según un informe actualizado que también alertó de la creciente violencia sectaria.
De hecho, el vicepresidente sunnita de Irak, Tareq Al-Hashemi, acusó al primer ministro, el chiita Nouri Al-Maliki, de arrastrar a esta nación a una guerra sectaria a partir de la campaña contra su comunidad confesional, tomando en cuenta el repentino rebrote de violencia.
«Él (Al-Maliki) está empujando las cosas hacia la catástrofe, y no estoy seguro de qué pasará después de eso», declaró Al-Hashemi a medios foráneos desde la localidad de Qalachwalan, una zona montañosa aledaña a la ciudad kurda de Sulaimaniyah, 260 kilómetros al noreste de Bagdad.
El vicemandatario, que está protegido por los presidentes de Irak, el kurdo Jalal Talabani, y el de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Massoud Barzani, abandonó la capital luego que a comienzos de esta semana se dictó una orden de arresto en su contra.
A solicitud del jefe de gabinete chiita, el Ministerio del Interior intenta capturar al Al-Hashemi por supuestos delitos de terrorismo, a lo que el afectado respondió instando a su rival a priorizar la seguridad, «en lugar de optar por perseguir a políticos patrióticos».
La tensión entre ambas confesiones musulmanas llevó al bloque sunnita Al-Iraqiya, al que pertenece el vicepresidente, a boicotear las sesiones del Parlamento y amenazar con retirar a los ministros que tiene en el gabinete, poniendo en suspenso la suerte futura del frágil gobierno de unidad constituido en 2010.