El escándalo por las prótesis mamarias defectuosas continúa en Francia donde, según las más recientes revelaciones, los implantes contienen un aditivo para carburantes, entre otros componentes que ponen en riesgo la salud.
Antiguos empleados de la Poly Implant Prothése (PIP), cerrada en 2010, declararon a la radio RTL que los fabricantes utilizaban en la producción el aditivo Baysilone, así como el Silopren y Rhodorsil, empleados en la industria del caucho.
Esos productos podrían ser la causa de la rotura de los implantes, precisaron las fuentes.
El abogado de la PIP, Yves Haddad, negó las acusaciones y declaró que el presidente fundador de la compañía, Jean-Claude Mas, saldrá de su silencio la próxima semana y ofrecerá explicaciones.
En diciembre último, las autoridades francesas recomendaron a todas las mujeres que llevan prótesis PIP someterse a una operación para retirárselas, tras comprobar que la silicona utilizada para su fabricación era de uso industrial y no médico.
Investigaciones realizadas aquí demostraron que los implantes elaborados con ese gel sufren el doble de rompimiento de lo normal y causan irritación e inflamación de los tejidos.
De acuerdo con la Agencia de Productos Sanitarios, en Francia se han registrado mil 143 rupturas y 495 casos de reacciones inflamatorias.
Aunque 20 mujeres con PIP presentaron cáncer, no se ha establecido que estos casos sean imputables directamente a las prótesis.
El fundador de la PIP es investigado judicialmente por «engaño agravado» y «homicidios involuntarios».
La Poly Implant Prothése llegó a producir hasta 100 mil implantes al año, 84 por ciento de los cuales se vendieron en el extranjero, sobre todo en Europa, Estados Unidos y América Latina.
Se estima que en el mundo entre 400 mil y 500 mil féminas portan estos artefactos riesgosos para su salud.