Una de las nuevas comodidades que las aerolíneas han comenzado a ofrecer en sus aviones de modelos modernos es la conveniencia de contar con una red inalámbrica Wi-Fi a bordo que permite que los pasajeros conecten sus computadoras y dispositivos a Internet.
Los hackers y ciberpiratas podrían tener muy pronto nuevas alas. Es un servicio que, más allá de lo que le cueste al usuario y el ancho de banda real disponible, resulta conveniente y atractivo para saciar el enorme ansia de conectividad digital que agobia a la sociedad contemporánea.
Pero las autoridades le han detectado un inconveniente mayúsculo: según la cadena CNN, los hackers podrían penetrar esa red Wi-Fi en las computadoras del avión y con ello poner el vuelo en peligro.
Los ciberpiratas podrían incluso penetrar en la red inalámbrica de un avión desde tierra si se dan las condiciones, añade CNN.
Estas advertencias se desprenden de un reporte reciente de la Oficina de Fiscalización Gubernamental en el que además de la vulnerabilidad inherente a las redes Wi-Fi a bordo de una aeronave comercial se señala que también es necesario añadir protección contra ciberataques a los sistemas de control de tráfico aéreo y crear grupos especializados de análisis para revisar constantemente los avances, los nuevos retos y las nuevas necesidades, en el entendido de que las amenazas digitales y la actividad de los hackers es intensa, cambiante y siempre en pos de nuevas e incluso insospechadas vulnerabilidades en los sistemas.
El reporte basa su análisis en el hecho de que los nuevos sistemas de conectividad y control en los aviones estarán basados cada vez más en los protocolos IP, propios de Internet, y por ello estarán abiertos a las vulnerabilidades propias de ese tipo de redes y requerirán contar con los mecanismos de protección y seguridad apropiados. Algo que no necesariamente se ha encarado en la escala que se necesita.
La potencial amenaza a la seguridad del avión es descrita por CNN en tonos que se sienten cinematográficos, pero que serían inquietantemente factibles: un hacker que viaja como pasajero de un avión comercial podría, desde su computadora conectada a la red inalámbrica de la aeronave, tomar control del avión, colocar un virus informático en los sistemas de la nave o manipular o alterar alertas de seguridad o sistemas de navegación. Y aunque eso no significa que desde el asiento de turista una persona se haría del control absoluto de la aeronave de modo indefinido o inalterado, pues los aviones cuentas con sistemas de respaldo y el piloto puede intervenir para corregir problemas en caso de necesidad, sí abre la posibilidad a escenarios de seguridad que antes no habían sido tomados en cuenta.
Esta posibilidad podría darse en aquellos aviones de modelos recientes que tienen instalada una red Wi-Fi accesible para sus pasajeros y que esté conectada a otras redes y sistemas a bordo vía direcciones IP, como serían los nuevos Boeing 787 Dreamliner o los Airbus A350 y A380, indica CNN.
Pero en general eso podría afectar a todo avión con una red IP a bordo que no esté apropiadamente aislada de los sistemas centrales de la aeronave.
El portal IBTimes añade que conforme se avance al momento de la implementación del nuevo modelo de control de tráfico aéreo en Estados Unidos, un proceso que culminará tentativamente en 2025, el problema de la ciberseguridad en los aviones será un punto medular a tratar.