Mediante charlas informativas y de orientación, Banmujer está apoyando las acciones del Ministerio de del Poder Popular para Agricultura y Tierras y el Instituto Nacional de Sanidad Animal Integral (INSAI), dirigidas a la identificación, ubicación y exterminio de una plaga conocida como “El caracol gigante africano”, cuyo nombre científico es “Achatina Fúlica”.
El coordinador de Banmujer para actividades agrarias urbanas y periurbanas, Marcos Parra, está desarrollando un programa en varias comunidades de la zona metropolitana de Caracas, que incluye la difusión de ilustraciones y charlas para dar a conocer las características de este caracol, sus hábitos alimentarios y su potencial como depredador de distintas especies vegetales.
El “caracol africano”, se ha localizado en casi todos los estados del país, porque puede aclimatarse a distintos ambientes. Recientemente fue reportado en dos sectores de climas tan distintos como El Junko- Junquito y Oritapo, en la vía a Caruao, estado Vargas, donde afectó algunas siembras de las microempresarias y productoras agrarias de Banmujer.
Asimismo, en el Parque Los Caobos, cerca del Colegio de Ingenieros del Distrito Capital también fueron recolectados algunos de estos caracoles.
Marcos Parra se reunió en Caracas con numerosos jóvenes que asisten a las Aldeas Ecológicas “Manuel Piar”, en la Parroquia El Valle, y con estudiantes de Gestión Ambiental de la Universidad Bolivariana, y les advirtió sobre la presencia del “caracol africano” en este sector urbano, donde se están haciendo prácticas agroecológicas con siembras de maíz, caraotas y hortalizas.
Después de esta charla, realizada el sábado 19 de mayo, se han estado convocando otros encuentros comunitarios en El Valle y Coche, para incorporar a otros grupos en este operativo.
Sin embargo, no está claro cómo llegó el “caracol africano” a Venezuela, pero una versión responsabiliza a presuntos fabricantes de la “baba de caracol” que lo importaron hace 18 años y luego lo desecharon.
“Es preferible no tocarlo”, recomienda Parra. Destruye el follaje de cualquier planta, come de todo y tiene capacidad de transmitir enfermedades a los humanos, sobre todo, si ha ingerido otros caracoles portadores de bilharzia.