El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se reunió este sábado en la Casa Blanca con sus asesores de seguridad nacional para discutir una respuesta al supuesto ataque con armas químicas de esta semana en Siria.
Según el jefe del Pentágono, Chuck Hagel, Obama había solicitado un «menú de opciones militares» y paralelo a ello envió a un equipo de inteligencia a reunir pruebas que permitan determinar lo que ocurrió en Siria.
“Cuando se constaten los hechos, el presidente tomará una decisión para responder el ataque” dijo el oficial, quien también detalló que ya cuentan con una serie de posibles opciones para actuar con determinación y tomar decisiones coherentes de acuerdo a los intereses nacionales, pero sobre todo con cómo empujar los «objetivos» en Siria, es decir, sacar al presidente Bashar Asad.
De acuerdo a lo reseñado por el periódico El Mundo, “el jefe del Estado Mayor estadounidense, Martin Dempsey, presentó a Obama una lista actualizada de posibilidades en un encuentro que duró cerca de tres horas y sobre la que el gabinete del presidente ha dado pocos detalles”.
El Pentágono ha estudiado desde hace meses posibles objetivos, especialmente tras los primeros ataques químicos. El último hecho de violencia con supuesto ataque con uso de armas químicas fue el pasado miércoles, cuando los opositores sirios informaron de la muerte de al menos mil 300 personas en los alrededores de Damasco, capital siria.
Sobre la acusación, el Gobierno y el Ejército sirio han rechazado que hayan sido los atacantes y ante ello condenaron el uso de armas químicas en atentados perpetrados en varias regiones. Una investigación liderada por Rusia reveló que los armados habían llevado a cabo estos ataques químicos.
Hasta la fecha, el Consejo de Seguridad de la ONU ha hecho caso omiso a estas denuncias e insiste en acusar al presidente Bashar al-Assad de utilizar armas químicas contra la población, aunque aún no han presentado al menos una prueba que corrobore este señalamiento.
Siria es víctima de los disturbios creados desde 2011 por grupos, que reciben apoyo de algunos países occidentales y regionales, además del régimen de Israel. Los informes demuestran que un alto número de mercenarios extranjeros participa en la guerra contra el Gobierno de Damasco. Un informe de la ONU ha confirmado que en ese conflicto han muerto más de 93 mil personas.