La presidenta de la República Federativa del Brasil, Dilma Rousseff, instó este martes a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a desempeñar un papel de vanguardia para regular a los Estados en el uso de la tecnología.
“Ha llegado el momento de generar las condiciones necesarias para impedir que el ciberespacio se utilizado o manipulado como arma de guerra a través del espionaje, el sabotaje y los ataques contra los sistemas y las infraestructuras de otros países”, dijo la jefa de Estado suramericana.
Durante sus participación en la LXVIII Asamblea General de la ONU realizada en la sede del organismo ubicada en Nueva York, Estados Unidos, la presidenta de Brasil denunció que su país fue blanco de una red de espionaje internacional que llegó al punto de interceptar de manera indiscriminada datos personales de ciudadanos, así como información de alto valor económico y estratégico.
“Las comunicaciones en las oficinas diplomáticas del Brasil, incluida la misión permanente del Brasil ante Naciones Unidas, incluso la oficina de la presidenta de la República fueron objeto de interceptación”, recalcó.
Al respecto, calificó tal acción como injerencia en asuntos de otros países, la cual consideró como un quebrantamiento del derecho internacional y una afrenta a los principios que deben regir las relaciones entre los países del mundo.
Enfatizó en el hecho de que su país es democrático, y que está rodeado por naciones también democráticas y pacíficas que respetan el derecho internacional. Añadió que Brasil ha convivido en paz con sus vecinos desde hace más de 140 años.
«Lo que tenemos frente a nosotros es un grave caso de violación de los derechos humanos y de las libertades civiles, un caso de invasión y de recolección de información confidencial y secreta relativa a actividades empresariales y sobre todo un caso de falta de respeto por la soberanía nacional de mi país», afirmó.
La mandataria brasileña dijo que su país planteará propuestas orientadas a establecer un marco civil multilateral para la gobernabilidad y utilización de internet, así como medidas para garantizar la eficaz protección de los datos que viajan por la red.
“Tenemos que establecer mecanismos multilaterales para la red mundial, mecanismos que permitan garantizar la materialización de principios tales como: la libertad de expresión, la privacidad de las personas y el respeto de los derechos humanos», aseveró Rousseff.
Otros principios que deben ser garantizados, destacó Rousseff, es la gobernabilidad democrática, la universalidad, la diversidad cultural y la neutralidad de la red.
Repudio a intervención militar unilateral
La presidenta Rousseff indicó que la limitada representación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ante los nuevos retos que plantea el siglo XXI «es motivo de grave preocupación».
«El Consejo debe contar con urgencia con voces independientes y constructivas. Sólo si se aumenta el número de miembros permanentes y no permanentes y se incluye a los países en desarrollo se podrá solucionar y superar el déficit de representación y de legitimidad que padece el Consejo», agregó.
Rousseff reiteró que Brasil defiende un mundo multilateral, regido por el derecho internacional, en el que impere la resolución pacífica de los conflictos.
En torno a la crisis siria dijo que ha generado «conmoción e indignación», y al respecto sostuvo que una salida a la crisis se puede lograr por los caminos de la negociación y el entendimiento.
Celebró la decisión siria de adherir la convención sobre las armas químicas, que «es decisiva para superar el conflicto y para ayudar a construir un mundo libre de armas químicas», cuyo uso calificó de «aborrecible e inadmisible», por ello expresó el respaldo de su Gobierno al acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y Rusia para la eliminación del mencionado armamento del país árabe.
Del mismo modo, reiteró su repudio a las intervenciones unilaterales por ir en contra del derecho internacional y que, al no contar con la autorización del Consejo de Seguridad, «no harían más que empeorar la inestabilidad política de la región».
Reconocer al Estado palestino
Acerca del conflicto entre Israel y Palestina manifestó que ha llegado el momento de aceptar las legítimas aspiraciones de los palestinos de contar con un Estado independiente y soberano.
«Las conversaciones en curso entre israelíes y palestinos deben producir resultados importantes en pro del acuerdo», apuntó.
Rousseff reflexionó que la historia del siglo XX mostró que renunciar al multilateralismo es un preludio para la guerra y para la consiguiente devastación y miseria humana.
Hizo un llamado a la unión de la voluntad política que mantenga y fortalezca el sistema multilateral, del que las Naciones Unidas es un factor principal.
Lucha contra la pobreza y la desigualdad
Durante su intervención en la ONU, la Jefa de Estado brasileño apuntó que la lucha contra la pobreza y la desigualdad es el principal reto de estos tiempos y, por ello en Brasil «hemos puesto en vigor un modelo económico con inclusión social que se basa en la creación de puestos de trabajo y el fortalecimiento de la agricultura en pequeña escala», así como la expansión del crédito, el aumento salarial y la construcción de un marco de seguridad social.
Además de los logros mencionados, resaltó que su administración ha logrado sacar de la pobreza a 22 millones de brasileños, a través del plan para rescatar a estos sectores. Ello, destacó, ha sido logrado en dos años.
Asimismo, refirió que de acuerdo con el más reciente informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) Brasil ha reducido la mortalidad infantil en una importante escala, siendo un ejemplo para el mundo entero.
«Somos el país que más ha aumentado la inversión pública para la educación. Hemos aprobado una ley que asigna el 75% de las regalías del petróleo a la educación y el 25% a los servicios de salud», detalló.
Igualmente, subrayó las políticas desarrolladas para movilidad urbana, inversiones en salud y educación, entre otras medidas aplicadas durante su gobierno.