Brasil se convirtió este miércoles en el tercer país de Latinoamérica en legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, iniciativa que partió del Consejo Nacional de Justicia (CNJ) y no del Parlamento.
La resolución aprobada por el CNJ legaliza el casamiento entre personas del mismo sexo en todo el territorio brasileño en la práctica, pero aún puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
»En la práctica, supone legalizar el casamiento entre personas del mismo sexo», explicó a la prensa una fuente del Tribunal.
Este dictamen fue adoptado por catorce votos contra uno, y a partir de ahora los registros civiles deberán convertir las uniones estables entre dos personas del mismo sexo, legal desde 2011 en Brasil, en un matrimonio si así lo solicitan las partes.
Sobre esto, la presidenta de la Comisión de Derechos Homosexuales en la Orden de Abogados de Brasil (OAB), consideró que la resolución «equivale a autorizar el casamiento homosexual en» el país. Sin embargo, un poderoso sector religioso del Congreso brasileño no ha aprobado esta decisión del CNJ.
El diputado y pastor evangélico, Marco Feliciano, presidente de la comisión de Derechos Humanos de la cámara y denunciado por homofobia, indicó que su partido, Social Cristiano (PSC), se pronunciará contra la decisión con un «recurso para suspender la decisión y un recurso de inconstitucionalidad» en la Corte Suprema.
«Nosotros podremos decir aquí que está transformando en ley aquello que la mayoría de la población brasileña no quiere. es inconstitucional. Está invadiendo la competencia del legislativo», dijo a la prensa Feliciano.
El matrimonio igualitario que también acaba de ser aprobado en Francia, es legal en España, Holanda, Bélgica, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Dinamarca, Argentina y Uruguay, así como en 12 estados de EE.UU., la capital mexicana, y en el estado mexicano de Quintana Roo.