Calarse a Cala debe estar siendo cada vez más difícil entre los que deciden en CNN en español. No deben estar contentos con la reciente pataleta del conductor cubanoestadounidense Ismael Cala que otra vez volvió a perder la compostura con Venezuela.
En una reciente entrevista a la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, el periodista inquirió sobre un supuesto vacío informativo en el caso Nairobi Pinto.
La respuesta no pudo ser más contundente: «No estás siguiendo bien las noticias venezolanas», a lo que luego acompañó con lo que debía saber y de hecho conoce Cala, el manejo comunicacional de los procesos judiciales.
¿Será que Cala se mueve mejor ya en el mundo de las misses y la farándula que en la caldera noticiosa? ¿Será que desconoce que en su país la cobertura a juicios y procesos legales son tan cerrados a los medios al punto que la prensa tiene que valerse de dibujantes para sus reseñas?
Él sabe todo eso y sus jefes deben haber sopesado como pierde los estribos con facilidad, lo que es contraproducente para la empresa que pretende aún presentársenos como imparcial y donde se “vive la noticia”.
Fue una desagradable escena ver a Cala salirse de la puesta en escena, hasta el punto que obligó al director cerrar el micrófono de la invitada y terminar abruptamente con lo que debió ser una entrevista.
Sin el menor deseo de emular a clarividentes me animo a pronosticar una pronta salida de Cala de al menos los espacios más serios de la industria. Al parecer el ímpetu que trae en los genes le es difícil esconderlo cuando de nuestro país se habla.
Otra muestra de esta milenaria, probada y casi mágica relación entre los pueblos de Cuba y Venezuela.
Si aun no ha visto el video aquí lo tienes:
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