Los documentos infiltrados por el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) Edward Sonwden revelan, amén de la magnitud del espionaje de los EE. UU. a nivel mundial, que este país, el Reino Unido, y ahora Canadá, espiaban a Brasil.
Según la información proporcionada el domingo por la cadena brasileña TV Globo, basada en documentos infiltrados de la Agencia Canadiense de Seguridad en las Comunicaciones (CSEC, por sus siglas en inglés), Canadá mantuvo bajo su lupa al Ministerio brasileño de Minas y Energía a través del programa denominado “Olympia”.
Asimismo, TV Globo precisó que Snowden tuvo acceso a los documentos en una reunión de junio de 2012 entre analistas de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, los ‘Five Eyes’ (cinco ojos), como se conoce a este grupo, indicó Globo.
Los documentos muestran un esquema detallado de las comunicaciones del Ministerio brasileño, desde las llamadas telefónicas y correos electrónicos hasta la navegación por el internet, para “descubrir contactos realizados con otros órganos, dentro y fuera de Brasil, además de (la gran empresa petrolea de Brasil) Petrobras”.
En el informe se incluye el registro de las llamadas desde el Ministerio de Minas y Energía a otros países, entre ellas a la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) en Ecuador y a la embajada brasileña en Perú y las comunicaciones a países del Oriente Medio, Sudáfrica y hasta el propio Canadá.
El ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Lobao, tras calificar de “grave” el hecho, ha destacado el interés de las empresas canadienses en el sector minero de su país.
En septiembre del año en curso se publicaron varios documentos de los servicios secretos de Estados Unidos sobre el control al que sometía las comunicaciones de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con sus asesores claves y de millones de brasileños, así como de Petrobras.
Las autoridades brasileñas, además de exigir las disculpas de Washington, aseguran que denunciarán el caso ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).