El cineasta venezolano Carlos Azpúrua denunció una campaña en su contra que se promueve desde hace unos días en Facebook y Twitter, en la que se le señala como “infiltrado” de la Revolución Bolivariana.
El director del documental Febrero de 1992 -estrenado por Venezolana de Televisión a principios de mes- fustigó que en las redes sociales personas mal intencionadas hacen circular una fotografía en la que se sale retratado con conocidos personajes de la derecha venezolana, que fue tomada durante un cóctel del Festival Internacional de Teatro de Caracas, realizado en el centro comercial San Ignacio, en 1999. “Cuando todos éramos amigos”, comentó con ironía.
Como parte de la campaña “sucia” en contra del realizador, se indica que el retrato fue tomado en 2002, días antes del golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez: “Se descontextualizó la foto”.
La campaña “es una respuesta a la envidia por la trascendencia al documental que hice, a los comentarios del Presidente sobre mí”, afirmó Azpúrua al Correo del Orinoco.
El autor de Disparen a matar (1991), Amaneció de golpe (1998), Juan Pablo Pérez Alfonso: El profeta olvidado (2004) y La conspiración petrolera (2004) cree que la campaña en su contra se extenderá a la televisión y tiene como objetivo obstaculizar el desarrollo de sus proyectos cinematográficos.
Desde 1970 Carlos Azpúrua se ha destacado por ser un cineasta comprometido con la crítica, la denuncia social y la revisión de la historia contemporánea del país. Mediante sus películas, el director ha dejado clara su posición política y su militancia en la izquierda venezolana.