Mario Sanoja Obediente e Iraida Vargas-Arenas | Carta abierta a Teodoro Petkoff y Ramos Allup

Teodoro, si no lo has olvidado, te conocemos desde los viejos tiempos de nuestro Instituto de Investigaciones de Facultad de Economía y Ciencias Sociales de la UCV. Al Sr. Ramos Allup lo conocemos por las noticias de prensa y de TV.

Nos dirigimos a Uds., muy respetuosamente, en relación a las opiniones que ambos han expresado públicamente sobre los compradores afectados por la estafa inmobiliaria, evento que todos conocemos en mayor o menor grado , calificándolos de «llorones» o «quejosos» que desean que les regalen la vivienda o acusando al Gobierno Bolivariano de ser el causante de la crisis inmobiliaria por las expropiación de las empresas que producen insumos para la construcción.

Nosotros conocemos de primera mano varias experiencias personales vividas por los compradores afectados, porque nuestro hijo, nuestra nuera y nuestros dos nietecitos forman parte también de ese colectivo integrado por miles de familias jóvenes de clase media que fueron estafados por el malandraje inmobiliario. Nosotros no encontramos una palabra más suave para calificar a esos embaucadores que nos estrujan en el rostro el linaje de sus apellidos o se ufanan de ser parte de la elite-SUMATE de la llamada oposición, como si ello fuese una patente de corso para robarle el dinero a las hasta ayer indefensas familias que creyeron en su honestidad como ingenieros, constructores, promotores o como quieran llamarse.

Nuestro hijo y nuestra nuera, uno músico y la otra antropóloga, con dos hijos pequeños, defensores de la ecología y amantes de la naturaleza, escogieron comprar a finales de 2007 un apartamento en un desarrollo urbanístico situado cerca del club Monte Claro, rodeado de un paisaje idílico donde ellos pensaban (y todavía piensan) criar a sus hijos, con la promesa de recibirlo en obra limpia a comienzos del año 2009. Para pagar la cuota inicial del apartamento, ambos jóvenes que ni tienen ahorros suficientes, ni ganan salarios ejecutivos ni tienen la dudosa suerte de estar financiados por la National Endowment for Democracy o el CATO Institute, empeñaron tanto sus limitados haberes como también parte de los de sus padres, viviendo desde 1979 hasta hoy en condición de arrimados con unos u otros suegros para repartir las cargas familiares de manera equitativa.

Esta situación como Uds. parecen ignorar, produce un profundo desgaste emocional en todo el grupo familiar. Para la fecha del año 2007, querido Teodoro, el Gobierno Bolivariano no había nacionalizado ni las cementeras ni las fábricas de cabillas. El año 2009 los estafadores informaron a nuestros hijos que tenían que pagar 175.000. Bs. Fuertes extras por el IPC, debido a los retardos en la obra que son solamente imputables a los constructores. De paso, les dijeron que no podrían entregarle para el año 2010 el apartamento que ya habían comprado sino otro que no contaba con el pequeño jardín que habían prometido, ubicado en otro edificio del complejo urbanístico, pero solo si firmaban un nuevo contrato que incorporase el aumento de precio.

Por supuesto, en caso de un nuevo retardo, el llamado IPC, también aumentaría el precio del apartamento. Nuestros hijos, que al igual que muchas otras parejas de profesionales jóvenes no son precisamente tontos; chavistas o escuálidos, formaron un colectivo que comenzó a investigar en los registros mercantiles y en otras fuentes para hacer contraloría social, logrando ubicar los nombres de los estafadores y su conexión con otras estafas inmobiliarias en el resto del país, recaudos que fueron consignados en INDEPABIS. Allí figuran prominentes empresarios adecos que, por ejemplo, eran anteriormente vendedores de automóviles, los cuales luego expandieron sus negocios hacia los latifundios ganaderos y hoy son prominentes estafadores inmobiliarios.

No vamos a insistir el modus operandi de las llamadas asociaciones civiles entre los malandros inmobiliarios y los desprevenidos compradores que se podría definir , como dice el dicho popular, como tigre cuidando carne. Esta larga exposición tiene como objeto, queridos señores, decirles que los venezolanos de a pie -y sobre todo los estafados por los malandros- consideramos una imperdonable ligereza, una burla sangrienta sus declaraciones. Entre las familias estafadas hay tanto chavistas como escuálidos a quienes los une la rabia y el dolor de haber sido engañados y burlados por esos «empresarios», que en su totalidad, son opositores al gobierno bolivariano.

Si Uds. son realmente políticos serios de la llamada oposición, defiendan los intereses de los miles de familias estafadas. Si son solamente payasos políticos, tengan al menos la delicadeza de saber cerrar la boca y dejar que los verdaderos capos mafiosos de la estafa se vean obligados a defenderse solos o a callar para siempre.

Atentamente,

Mario Sanoja Obediente* e Iraida Vargas-Arenas*

* Mario Sanoja Obediente (Doctor en antropología, profesor titular UCV, investigador nacional nivel IV Conacit, individuo de número de la Academia Nacional de la Historia).

* Iraida Vargas-Arenas (Doctora en historia y geografía, Universidad Complutense de Madrid, profesora titular UCV, investigadora nacional nivel IV Conacit)

F/Aporrea.org

OYE PUEBLO aqui esta la verdadera podedumbre de los agentes de la oposicion los dos deberian estar
en un sanatorio porque su maldad es TAL CUAL que no sale nada bueno de esa mescla

  • claro que no se puede negar que nuestra patria Venezuela existe la miseria, lamentablemente tenemos que cargarr con ese karma , eso es los unico que tienen los escualidos para que los dirijan la mas cruel y ruin dirigencia de la miseera humana basta con miraralos, Eduaro fernandez, teochoro pekof, alup, mendoza, y toda la mesa de la unidad incluyendo la ratonera de mIseria GLOBOVISION.

  • Bien claro y respetuoso los comentarios, para esos bandidos arquitectos de politica, seleccionados y contratados por grupos del poder económico como peones con el fin de defender sus intereses, controlando al estado.

  • Que mas podiamos esperar de estos dos individuos que representan la fiel imagen de la podrida oposicion venezolana que lejos de querer beneficiar solo persiguen manipular y engañar al pueblo venezolano y que estos (LADRONES) contratistas los sigan financiando . DAN LASTIMA QUE POBRES SERES SON

  • Con la «clase media» hemos topado.Es increible como estos sectores que han tenido la posibilidad de acceder al conocimiento y a un nivel de vida logrado a punta de sacrificios,sea presa de tan fácil manipulación.Habría que realizar un estudio sociológico que pudiera explicar como un grupo de personas hace compras virtuales de algo que aún no existe.El estado para protejer en el futuro a la población que puede acceder a la compra de un inmueble debería sacar una ley que permita la venta de viviendas cuando estén construidas en su totalidad y con los servicios publicos en pleno funcionamiento y la «clase media» debería aprenderse el refrán popular que dice «MUSICA PAGA NO SUENA».

  • yo pienso que este par de mamarracho no se le deberia dar mucha importancia. ya que la labor de ellos es hablar y decir lo que no pudieron hacer cuando ellos estaban en el gobierno.

  • Muy buenas sus reflexiones. ¿Será que ellos y muchos como ellos, la reflexionaran para solidarizarse con todos los afectados perdón los estafados? Yo lo dudo, porque sus intereses son individualista, egoístas, apátridas y Capitalistas. No ven más allá de la pérdida de sus intereses. Yo me uno a los defensores de la patria que es lo mismo los defensores de la soberanía, la seguridad integral, el desarrollo de nuestro país por el bien de todos. Me uno a la lucha por los derechos a la educación y salud con visión humanista. ¡Es que como la educación, la salud, el deporte, la cultura, la tierra y la vivienda son un derecho y no una mercancía!. Reconocer los esfuerzo y apoyar la medidas implementadas por el Presidente Chávez, en defensa de nuestros derechos, nos llevará al exito en la defensa que como pueblo tenemos. «Trabajo y mas trabajo, Constancia y mas constancia» H. Chavez.

  • Muy buena la carta para estos par de malos ilucionistas, que los unicos que quieren es tomar el poder para vestirse de vanidades, aunque la carta fue muy sueve, pero profesionalmente par de cachetadas.

  • Merecen ésta respuesta. Acorde con sus reales propósitos que siempre fueron y serán favorecerse a costa de los demás, como quienes han perpetrado ésta estafa a gente que solo busca un techo. Ramos dijo lo que para él debe ser el rol del gobierno: «dejar eso a quien sabe y dejar de estarse entrometiendo en lo que no le corresponde», eso nos dice en mucho, lo que fue el accionar de los gobiernos de los 40 años del Pacto de Nueva York firmado en la quinta de Punto Fijo y por ello, la miseria que se generó por estafadores políticos como adecos, copeyanos, derivados y adláteres con el capital nacional que se estableció por aquellos programas de gobierno. Eran los años en que la «sociedad civil» compraba y se daba el vuelto, y con funcionarios públicos como ellos, estaban resueltos. Aún queda mucho de esa telaraña hostil y sórdida que tejieron por mucho tiempo, pero se ven las respuestas y la primera y más importante es la unión verdadera para que haya justicia y respeto para el ser humano

  • Completamente de acuerdo con la medida, ya que vivo en carne propia los abusos de las constructoras.
    Es una realidad lamentable que afrontamos desde hace mucho tiempo todos los venezolanos trabajadores que intentamos adquirir un techo propio, y que nos vemos obligados a sucumbir a los engaños de inescrupulosos, que lo único que hacen es estafar.
    Espero que a partir de ahora la realidad sea otra, y que se ponga orden en la ¨gran estafa de las constructoras¨.