Durante las primeras jornadas de implementación del Plan de Desarme Voluntario se han recibido 249 armas. Así lo informó, en entrevista con Correo del Orinoco, la viceministra del Sistema Integral de Investigación Penal, María Wandolay Martínez.
La mayoría de las armas recibidas son cortas, detalló la funcionaria. Comentó que incluso algunos funcionarios del Estado, que tenían sus armas particulares, decidieron entregarlas mediante esta campaña.
Aunque el plan garantiza el derecho a la confidencialidad, Martínez acotó que la mayoría de las personas que realizaron las entregas no tuvieron problemas en dar sus datos. Asimismo, señaló que hasta ahora no han recibido armas a las que se les haya detectado implicación en hechos delictivos.
En cuanto a los incentivos otorgados por la entrega, la viceministra indicó que todos son de carácter social, ya que así lo establece el plan. En este sentido, la mayoría de las necesidades atendidas están vinculadas con becas de estudio, financiamientos socioproductivos y tratamientos médicos.
Hasta la fecha se han activado 76 centros de entrega en todo el territorio nacional. Martínez comentó que la mayoría son destacamentos militares, además de las sedes de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA).
ANTECEDENTES
El Plan de Desarme Voluntario fue lanzado oficialmente por el presidente Nicolás Maduro el pasado 21 de septiembre –Día Internacional de la Paz – en la avenida Bolívar de Caracas. No obstante, la viceministra explicó que los antecedentes de esta iniciativa datan del año 2013.
Precisó que el 17 de junio de ese año se llevó a cabo la aprobación de la ley para el desarme, la cual fue elaborada por una comisión presidencial designada por el comandante Hugo Chávez. Seguidamente el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, creó la Secretaría para el Desarme Voluntario.
Sin embargo, aún la ley no contaba con un reglamento. Martínez señaló que desde ese momento empezaron a trabajar en el instrumento y en las acciones para el desarme.
“Comenzamos a visitar los territorios priorizados por la Gran Misión a Toda Vida Venezuela y en ese contacto con las comunidades, empezamos a hablar con los jóvenes que de alguna manera pudieran tener una información básica de dónde estaban las armas”, comentó la viceministra.
En junio de este año apareció la primera arma entregada de manera voluntaria. En poco tiempo se logró recuperar 39 armas que se encontraban en circulación.
Las autoridades se dieron cuenta de que el proyecto debía ir a una mayor escala. Martínez señaló que a partir de entonces se logró el reglamento de la ley, se creó el Servicio Nacional para el Desarme y se aprobó un fondo para esa gestión.
FUNCIONAMIENTO DEL PLAN
La viceministra Martínez enfatizó que el plan de desarme voluntario es concebido en el contexto del plan de la patria. El punto de vinculación es el objetivo 2.5, el cual habla de cómo expandir y consolidar la prevención integral y convivencia comunal en corresponsabilidad con el Estado para lograr el control de armas.
Asimismo, el proyecto estrecha vínculos con el primer vértice de la Gran Misión a Toda Vida Venezuela. Estas bases fueron reforzadas con el plan de paz y convivencia que lanzó el presidente Maduro el pasado 14 de febrero de 2014.
La funcionara explicó que ese plan establece 10 líneas de acción; la número 2 habla de ejecutar el plan de desarme y la desmovilización de bandas violentas.
El objetivo es garantizar la entrega voluntaria de armas de fuego y municiones en posición de personas naturales y jurídicas que se encuentran en territorio nacional, con miras a disminuir la ocurrencia del delito, explicó la viceministra.
El Movimiento por la Paz y la Vida ha sido otro de los brazos ejecutores para promover políticas que incidan en la reducción del delito. Martínez indicó que este programa también ha servido para detectar personas que quisieran hacer entrega de armas.
La viceministra le mostró al equipo de Correo del Orinoco una propuesta de entrega de armas que recientemente llegó a su despacho con carácter confidencial. Comentó que este es uno de los ejemplos y la tarea es empezar a verificar la información para poder proceder.
“Quizá al principio la sociedad o los que son detractores del plan podrán decir que se está creando impunidad, pero realmente el objetivo es levantar las armas y evitar que sigan circulando”, expresó. No obstante, esto no neutraliza las acciones legales del desarme forzoso.
MODALIDADES DE ENTREGA
El Plan de Desarme Voluntario establece cuatro modalidades de entrega: Confidencial con incentivo, confidencial sin incentivo, no confidencial con incentivo y no confidencial sin incentivo.
De acuerdo con el procedimiento expuesto por la viceministra, la persona “dadora” lleva el arma al centro de entrega autorizado. El funcionario que la recibe dejar constancia en un acta con las características del arma. Por último, debe entregarlo un certificado de incentivo al “dador”, si así lo requiere.
Posteriormente, el funcionario remite el arma al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) para que sea verificada. Una vez concluido ese proceso, el armamento es nuevamente remitido al centro de entrega.
El dador, como se denomina a quien entrega el arma, es invitado al acto de inutilización del armamento. En ese momento debe estar presente el Ministerio Público. El último proceso se realiza en la siderúrgica de Lara, donde se funde el arma.
LAS METAS
La viceministra señaló que este plan tiene un año de vigencia. En este sentido, precisó que las metas previstas contemplan el establecimiento de la sede del Sistema Nacional del Desarme. Asimismo, se pretende fortalecer el equipo de trabajo y desplegar el conocimiento en materia de desarme.
Martínez anunció que también tienen planteado trabajar en 87 sedes de la Unefa. El objetivo es que los estudiantes de esta universidad puedan realizar su labor social en las comunidades para fortalecer el desarme.