Cuarenta y cinco (45) personas, adscritas al Consejo para la Defensa de los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad, fueron certificadas como “Promotores para la Organización e Integración Social de las personas con Discapacidad”, gracias al apoyo del Gobierno Bolivariano, en concordancia con el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007 – 2013, el cual establece como proyectos prioritarios, entre otros, aquellos dirigidos a superar la pobreza ya la exclusión social, centrados en el rescate de la solidaridad humana y otros valores como la justicia y la equidad.
Es por ello que con el propósito de fomentar la formación académica de los sectores más vulnerables de la sociedad, la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho), junto a la Defensoría del Pueblo, y la Universidad Simón Rodríguez (UNERS), ofrecieron de forma mancomunada, un Diplomado diseñado para estudiantes con discapacidad.
La Defensora Delegada larense, Elba Rodil Camacho, indicó que uno de los objetivos que tuvo este diplomado es que las personas con discapacidad, que han librado una lucha en la defensa de sus derechos humanos, puedan sistematizar sus experiencias, sus conocimientos sobre la organización popular y que este tipo de estudios les faciliten las herramientas necesarias que permitan su transformación cultural en la construcción de una sociedad de iguales.
Manifestó Rodil Camacho que el Consejo para la Defensa de los Derechos Humanos de las personas con Discapacidad de la entidad, único en todo el país, solicitó la formación académica en las áreas de organización e integración social.
Milagros González, Coordinadora de Fundayacucho para los estados Lara, Portuguesa, Falcón y Yaracuy, precisó que en principio el diplomado buscó profundizar en la formación de las personas con discapacidad en el conocimiento de sus derechos humanos, así como en la formulación de proyectos y de políticas públicas para la atención de sus necesidades.
Se fundamentó en la metodología de proyecto que supone la interiorización de las personas y su posterior trascendencia al proceso de organización social a través de la sistematización de los procesos de luchas que han tenido valorando y recuperando las experiencias en sus propios procesos de organización, acotó González.
Normal ser diferente, anormal es ser indiferente
Eduardo Noel Ledezma Mendoza, productor con discapacidad de Quibor, expresó que la lucha ha sido dura porque ha habido mucha indolencia por parte de las personas que no padecen lo que nosotros; es normal ser diferente, pero anormal es ser indiferente, por eso consideró que es necesario hacer un llamado para que la sociedad deje de ser indiferente y comencemos a construir ese hombre y esa mujer nueva, porque el futuro es de nuestros hijos y nietos, para ellos es que tenemos que mejorar esta patria.
Por su parte, José Rafael Méndez, promotor con discapacidad comentó que este diplomado viene a certificar todos los conocimientos empíricos que hemos obtenido a lo largo de 28 años de lucha social en defensa y rescate de los derechos de las personas con discapacidad. Y hoy, gracias a Dios la constitución y las leyes nos dan ese protagonismo pleno para insertarnos, para capacitarnos, para luchar y defender nuestros derechos como personas con discapacidad.
HONOR A QUIEN HONOR SE MERECE: JOSÉ EMISAEL FREITEZ
Los integrantes de la I Promoción de Promotores para la Organización e Integración Social de Personas con Discapacidad, decidieron darle el nombre de José Emisael Freitez, a su promoción en honor a este hombre que se incorporó a la lucha por la defensa de los derechos humanos de las personas con discapacidad, a quien le fue diagnosticado con EPOC (enfermedad pulmonar oclusiva crónica) y al año LOE (tumor canceroso), enfermedad esta que le quitó la vida dos meses antes de ser certificado en el diplomado.
Este padre de siete (7) hijos, sintió que al nacer su hija menor con rango autista y retardo moderado su vida cambio por completo, razón que lo impulsó a revisar y analizar la Ley, hecho que lo hizo reconocerse como persona y a valorar a los demás.
Concebía a los Promotores como personas con mucha tolerancia, sensibilidad y sobre todo mucho amor y confianza en el trabajo a realizar en beneficio del colectivo de personas con discapacidad.