Un total de 33 familias inquilinas rubricaron las opciones de compra-venta de sus apartamentos en las residencias Gibaraco y Davolca, que forman parte de los cien edificios del Área Metropolitana de Caracas que están destinados por completo a arrendamiento y que el Gobierno comenzó a negociar en 2011 con sus propietarios para que pasaran a manos de quienes los han habitado durante décadas.
Se prevé que esta semana continúe la firma de los contratos en la sede de la Superintendencia Nacional de Arrendamientos (Sunavi), hasta alcanzar 160 apartamentos ubicados en doce edificaciones de la zona Metropolitana, precisó una nota de prensa del Ministerio para Vivienda y Hábitat.
La sexta disposición transitoria de la Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Vivienda, la primera norma presentada por iniciativa popular ante la Asamblea Nacional (AN), establece que los grandes propietarios de estos edificio antiguos deben vender los inmuebles a sus inquilinos.
En noviembre de 2011, cuando se promulgó este instrumento jurídico, el comandante Hugo Chávez y el entonces vicepresidente, Elías Jaua, dieron detalles del inicio de este proceso de negociación.
En esa oportunidad, puntualizaron que 73 de los dueños se presentaron ante los órganos públicos para iniciar el proceso de venta. Con respecto a los propietarios de edificios que no se habían presentado, se indicó que los inmuebles podían quedar sujetos a una medida de expropiación.
Estas familias, tal como contempla la Ley, tendrán prioridad para tramitar los créditos para adquisición de sus viviendas y el Estado les otorgará subsidios a personas con discapacidad y adultos mayores.
Érika Medina, quien vivió 25 años alquilada en el edificio Gibaraco, ubicado en la parroquia Santa Rosalía, recordó la lucha de años por lograr su vivienda propia. «Gracias a Dios, después de muchas gestiones, esto se concretó. Agradezco al presidente Chávez, que hace dos años dio los recursos. Él no pudo verlo, pero aquí estamos felices gracias a él», señaló.
El propietario de la edificación, Diego Gil, se siente complacido con el proceso. «Se formó la junta de condominio y se puso el edificio al día para finalmente lograr la venta. Yo creo que para todos es lo mejor», puntualizó.
Maribel Galíndez, quien con su familia habita desde hace 42 años el edificio Gibaraco, manifestó su alegría. «Estoy sumamente contenta, como la mayoría de los inquilinos que estamos aquí. Agradezco el apoyo del Gobierno, porque de otra manera no hubiéramos podido comprarlo», expresó.