La diputada María Carrasco, presidenta de la comisión de salud y calidad de vida del Consejo Legislativo de Carabobo (CLEC), denunció ayer que el hospital Oncológico Pérez Carreño (dependiente de la gobernación de la entidad) solo funciona al 20% de su capacidad.
“Estamos viendo la irresponsabilidad del gobernador Henrique Salas Feo al no atender las denuncias y la necesidad que sufren los pacientes aquí. El servicio de quimioterapia se paralizó desde el pasado lunes porque la campana se dañó, y necesita mantenimiento”, aseveró la dirigente desde el establecimiento asistencial, ubicado en el municipio Naguanagua.
A raíz del decaimiento, sostuvo, se han dejado de atender a unos 60 pacientes al día. “Ello agrava el drama que venimos notificando que ocurre en el oncológico. En pocas palabras, el hospital está paralizado técnicamente desde el año pasado”, enfatizó.
El único servicio en funciones es el de radioterapia, aclaró la legisladora, porque todas las demás áreas “se hallan en proceso de lento y largo de rehabilitación”. El hospital contaba con “100 camas y hoy solo labora con 30, además de que 165 pacientes esperan un turno quirúrgico”.
“Muchos de estos pacientes se están endeudando, vendiendo sus bienes para poder acudir al servicio privado. El llamado es al Ministerio del Poder Popular para la Salud, a fin de que nos ayude a resolver esto”, exhortó.
DESDE LA GOBERNACIÓN
La directora del Oncológico, Marlene Páez, señaló que hay gente que se queja, incluso, “de que el friso está mojado”. En su opinión la casi inexistencia de trabajadores en las obras se debe a que “no vale la pena que estén 20 personas haciendo una zanja en una pared (…) Con esto digo que la construcción tiene sus tiempos”.
“Cuando se empezó a trabajar en quirófano, se inició por la parte eléctrica. ¿Por qué no podía entrar otra persona allí?, bueno, porque nadie en su sano juicio va a meter a trabajar a otra persona con oxigeno o gases medicinales, pues volarían todos”.
“Terminó la electricidad. Entonces iniciaron con gases medicinales. Allí se encontró una demora, que se dio cuando en la sala intermedio alguien colocó la toma de oxigeno paralela a la de electricidad. Hubo que reventar de nuevo la pared y traer. De eso se trata: van saliendo otros retardos”, justificó.
La asambleísta regional de Proyecto Venezuela Karelly Lizarraga -quien llegó retardada a la inspección- argumentó que el escenario de la salud pública en el país “es gravísimo, como lo observamos en el Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera (CHET)”.
LOS PACIENTES RECLAMAN
El vocero por la parte de los pacientes, Ceferino Castellano, explicó que su madre recibió asistencia en el centro, “pero siempre se dañan los equipos. Aquí existe una desidia. Mi mama empeoró y seguimos batallando”.
A juicio de Marlene Quintero, del Consejo Comunal Brisas de Carabobo, “esta es una rama de la salud muy importante. Además, nuestro Comandante sabe mucho sobre la enfermedad del cáncer”.
Para Edén Quevedo, quien es paciente regular del recinto, la solución es que la contraloría social presione en procura de que se reactive el oncológico. “Se requiere una supervisión continua en la parte de mantenimiento de equipos”.