El no ver de lejos y el no ver de cerca, son dos problemas que cuando se sufren con un grado importante de deficiencia, impiden llevar una vida con normalidad. ¿Conoces las diferencias entre la miopía y el astigmatismo? Te las contamos a continuación.
¿QUÉ ES LA MIOPÍA?
Se trata de una afección del ojo que imposibilita enfocar bien los objetos que se encuentran lejanos. Esto sucede cuando la córnea es muy empinada o gruesa o bien cuando el ojo mide más longitud de lo necesario, haciendo que la visión no sea nítida.
La miopía puede aparecer por componentes hereditarios, por sufrir de queratocono (cornea delegada y curva), por pasar muchas horas frente al televisor, ordenador o leer de cerca. Por lo general aparece durante la etapa infantil o adolescente y suele ser progresiva. Se requiere utilizar anteojos y luego, pasada la etapa de desarrollo, se puede recurrir a la cirugía.
¿QUÉ ES EL ASTIGMATISMO?
Es una imperfección de la córnea, presenta dos curvaturas distintas; siendo una más prolongada que la otra, y se la compara con una pelota de rugby. La luz se distorsiona y atraviesa la córnea provocando una visión doble o borrosa.
Para corregir el astigmatismo se pueden utilizar gafas, o recurrir a la cirugía láser para conseguir aplanamiento de la curva logrando una forma redondeada.
Tanto si se sufre de astigmatismo como de miopía, se requiere la intervención de un especialista u oftalmólogo para que realice los exámenes pertinentes. Hay quienes padecen las dos afecciones de forma simultánea, y cuanto antes se pueda comenzar con un tratamiento mayor será la probabilidad de mejora o al menos se podrá detener para que no vaya a más.
Así que ya sabes, si te cuesta distinguir la cara de las personas que caminan hacia ti en la calle, o tienes que acercarte para leer los carteles publicitarios de las tiendas, necesitas que un oftalmólogo examine tu vista.