Transcurridos más de 12 años de la invasión extranjera en Afganistán con el objetivo de eliminar el terrorismo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) admite el fracaso de la misión de las tropas foráneas, lideradas por EE.UU., en el país centroasiático.
Los 15 Estados integrantes del CSNU han aprobado este jueves por voto unánime el cese de las operaciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán antes de su retiro en diciembre de 2014.
Según la recién aprobada resolución del organismo internacional, la OTAN tendrá que “tomar todas las medidas necesarias” para terminar su mandato en Afganistán, debido a que el aire de violencia en Afganistán “sigue constituyendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales”.
El lunes, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai responsabilizó a la OTAN por la inestabilidad en su país y por causar «mucho sufrimiento, pérdida de vidas y ningún avance» después de más de una década de ocupación del suelo afgano.
No obstante, ese mismo jueves, el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, además de rechazar las críticas del presidente afgano a la actuación del organismo bajo su mando en Afganistán, ha considerado que los logros y esfuerzos de las fuerzas extranjeras son “excepcionales y no pueden negarse”.
Washington y sus aliados invadieron Afganistán en 2001, como parte de la llamada guerra contra el terrorismo. La ofensiva eliminó a los taliban del poder, pero la inseguridad sigue rigiendo en todo su territorio, pese a la presencia de miles de soldados extranjeros.
En esta misma jornada, la violencia desatada en todos los rincones del país centroasiático se ha cobrado la vida de más de 10 personas en diferentes ataques perpetrados por Taliban, la OTAN y la Policía Nacional de Afganistán.