El presidente nacional del partido Copei, Roberto Enríquez consignó ayer en la Comisión Permanente de Política Exterior, Soberanía e Integración de la Asamblea Nacional (AN) el proyecto de ley de repatriación de capitales forajidos y lucha contra el saqueo financiero a Venezuela.
“Por favor, no le demos a esto un carácter político-partidista; que lo convirtamos en una lucha nacional. Le abrieron un boquete a la economía venezolana, ha empobrecido a los venezolanos, a chavistas, opositores e independientes. Podemos hacer causa común para repatriar ese dinero”, aseguró.
Henríquez ofreció su declaración en el espacio externo de la comisión, donde explicó que el proyecto se fundamenta en el sistema jurídico financiero mundial, que ha desmontado el secreto bancario y obliga a todos los países del mundo a dar -a las naciones que lo soliciten- información sobre sus connacionales que tengan dinero depositados en sus bancos sin haber cumplido con los requisitos de legitimidad.
Sobre los mecanismos de repatriación, apuntó que el instrumento jurídico contempla varias vías: la persuasiva o amigable, que consiste en un acuerdo con la persona que tiene dinero depositado en la banca extranjera para que invierta en Venezuela, a fin de impulsar el aparato productivo y salir de la crisis económica. En este caso, indicó que “priva la amnistía, es decir, no habría sanción penal”.
El otro mecanismo, agregó, se aplicaría a las personas renuentes “a traer el dinero a Venezuela”, ya que el Estado venezolano podría elevar una rogatoria para que los países del mundo informen quienes son las venezolanas y los venezolanos que tienen depósitos bancarios en esas naciones.
Aclaró que estas personas tendrían su legítimo derecho a la defensa, “si no logra explicar cómo obtuvieron ese dinero, según el sistema jurídico financiero mundial, el dinero puede ser repatriado”.
El dirigente de Copei afirmó que en el proyecto de ley se establece un fondo para que el dinero repatriado “no se diluya otra vez por las cañerías de la corrupción”, sino que se invierta en gasto social.
También, indicó, están previstos otros mecanismo, que “no son ninguna novedad”, ya que son reconocidos y validados en la comunidad financiera mundial. En ese sentido, comentó el caso Augusto Pinochet en Chile: “Ni siquiera existía las leyes contra el financiamiento al terrorismo, al narcotráfico y la corrupción, y todo el dinero que se le encontró a Pinochet fue repatriado a Chile”.
En la actualidad, aseguró, “es mucho más severo”, ya que no se puede esconder el dinero.
DINERO DEPOSITADO EN 80 PAÍSES
En cuanto a las presuntas cuentas en la banca privada de Andorra, señaló que este caso no debería “distraer la atención de todos los venezolanos. Eso es apena un grano dentro de un granero”, ya que “estamos hablando de un universo de cerca de 350 mil millones de dólares, que deben ser explicados en su legitimidad de origen”.
Por esa razón, manifestó que “cuidado en dejarnos obnubilar por Andorra”, porque “estamos hablando de 80 países en donde están colocados esos 350 mil millones de dólares, venezolanos”.
Aclaró que no pretende ser “sicario moral de nadie” y que “no estoy denunciando previamente a una persona en particular. Sí estamos exigiendo justicia social para Venezuela. Estamos en presencia del saquero financiero más salvaje que haya recibido país alguno, después de la Segunda Guerra Mundial”.
“Puedo hablar del caso de más de mil jóvenes que, solamente en un país, tienen cuentas superiores a los 120 y 150 millones de dólares. Son muchachos que no superan los 26 años, no son herederos de fortuna y no tienen empresa conocida”, afirmó.
Entre esos países, Henríquez mencionó Anguila, Letonia, Antigua y Barbuda, Líbano, Liberia, Bahamas, Luxenmburgo, Barbados, Malasia, Belice y Filipinas. De América Latina, figura Uruguay y también Panamá: “Estos son paraísos fiscales, ante la banca de estos y los otros, son 80, no se ha demostrado la legitimidad de ese dinero”.
Aconsejó a las personas que tienen dinero en la banca extranjera, “devuélvannos los reales, tráiganlos a Venezuela, porque hoy en día es imposible esconder la plata”.