La canalla mediática por Jordán Rodríguez|Cosas maravillosas (Opinión)

En el andar y desandar de un reportero son muchas las cosas que se ven y con el tiempo se va perdiendo la infantil y hermosa capacidad de sorprenderse.

Sin embargo, cosas nuevas van llegando de vez en cuando como para recordarnos la pasión que nos hizo volvernos periodistas.

Esta semana estuve recorriendo algunas zonas del país para conocer el llamado “Nuevo Régimen Penitenciario”, fui sorprendido y les cuento a continuación.

La primera instalación penitenciaria que visité fue “El Rodeo II”. Al entrar el olor a pan horneado en la mañana endulzaba el aire, los privados de libertad que asumen la panadería, la cocina o la siembra garantizan parte de los insumos que consumen como parte del proceso nada fácil de la auto-gestión y del aún más difícil pero necesario de ocupar mentes que alguna vez sirvieron solo para la ilegalidad o que fueron víctimas de entornos hostiles perdiendo la batalla.

Luego fuimos a “Fénix”, una prisión completamente nueva, que se levantó ante nosotros con instalaciones de última tecnología que incluyen scanners corporales, detectores de sustancias ilícitas y metales y locutorios para facilitar los procesos judiciales entre privados de libertad y sus abogados.

También estuve en el Centro Penitenciario “Sargento David Viloria”, antigua “Uribana”, para terminar en el “Agro productivo de Barcelona”.

Cosas increíbles he testificado: orden, disciplina, sanidad, educación y alimentación balanceada, nada que ver con el pasado, al caminar por los pasillos los privados de libertad, uniformados, se paran firme para saludar; los vi marchar, estudiar idiomas, comunicación, hacer cosas maravillosas en carpinterías y herrerías y al hablar con ellos la palabra futuro siempre aparecía.

Hasta a un amigo de infancia encontré pagando condena y solo pude dar gracias de que se encuentre en un penal bajo régimen; me dijo: “Aquí no temo por mi vida”.

Como decía el Che, a veces las cosas extraordinarias se convierten en cotidianas, pero yo sigo pensando que hay esperanza.

rodriguezjordan@gmail.com

Estos enajados mentales son los que paralizan cualquier proceso de cambio, porque, si la cosa está ttan requebueba entonces ¿para qué cambiar?

  • Vamos a contar mentiras tralalá, vamos a contar mentiras tralalá, vamos a contar mentiras tralalaaaaaaaa. Requete contramentiroso…