Columna La canalla mediática|Crisis de la elocuencia (Opinión)

Decir mal es como no decir o como decir lo contrario a lo que se desea. La historia de las luchas humanas, especialmente de las luchas revolucionarias, ha estado a expensas de una variedad de filtros ideológicos, de léxicos paupérrimos y jaleos mediáticos (jamás ingenuos) sobre los que siempre es bueno tender mantos de dudas o de francas sospechas.

No se puede narrar con balbuceos erráticos la magnitud de las luchas humanas ni la magnitud de los desafíos por venir.

No se puede, y no se debe, tolerar la chabacanería teórica ni el simplismo práctico.

La cosa está que arde, la humanidad se debate contra la barbarie y el escenario se recalienta, cada minuto, al fragor de la lucha de clases que sigue expidiendo, a borbotones, las líneas narrativas centrales que la humanidad protagoniza en el camino de su emancipación.

Buena parte del antídoto está en la investigación honda y científica, en la experimentación creadora dirigidas por la lucha de clases y por los contenidos que de ella emanan para poner la obra al servicio de quienes luchan, palmo a palmo.

Necesitamos una gran revolución del “relato”, parida por el motor de la historia y por el sepulturero de la burguesía que, a diario, cava la tumba del capitalismo para que todos acudamos a celebrar su deceso.

Es necesario tomárselo muy en serio, dejar de perder el tiempo en obras reiterativas y cansinas de las que solo emergen bostezos y no poesía ni conciencia organizadora y movilizadora.

La historia de la humanidad prepara una nueva gran revolución que debemos saber protagonizar y narrar para el corto, el mediano y el largo plazo. El reto es saber contar la Revolución Permanente y sus capítulos, todos, actualizados con poesía. ¿Está nuestro “relato” a la altura del reto?

T/ Fernando Buen Abad Domínguez
buenabad@gmail.com

Buenas Palabras como para que nuestro estimado compatriota (Patria Grande), Don Fernando Buen Abad, escribiera en Ensayo sobre el tema (Crisis de la Elocuencia),… Felicidades!!