El odio social de quienes se consideraron despojados de sus privilegios consolidados durante siglos afloró, como muerte y destrucción contra los patriotas, tras la pérdida de la Primera República. Así fue en el siglo XIX, se repitió en abril de 2002 y se replicó el 14 abril del 2013, cuando el candidato opositor llamó a sus seguidores a descargar la rabia.
Así lo manifestó la historiadora e investigadora Gladys Arroyo, quien consideró que ambas actuaciones de la oposición se pueden comparar con la situación que dio origen a la Proclama de Guerra a Muerte, de la cual se cumplen 200 años hoy 15 de junio.
“En abril de 2002 en escasas 48 horas la oposición dio rienda suelta a la persecución contra los Círculos Bolivarianos, allanamientos, detención de parlamentarios y ministros y prácticamente a la organización de linchamientos de todas las personas afectas al gobierno de Chávez”, indicó. A esto se suman acciones como el acoso a la embajada de Cuba, la eliminación de todas las instituciones “y haber borrado el nombre de Bolívar de nuestra Constitución y de nuestra República”.
El 14 de abril del 2013, cuando esa oposición se las volvió a jugar todas por reconquistar el poder, puso de manifiesto, con la misma crueldad con que lo hizo el colonialismo español, su ansia de exterminio contra el pueblo chavista, con el resultado 11 muertos, incendios de centros de salud, casas de familia y locales del PSUV, agregó la historiadora.
Odio racial, carnicerías humanas
Hace 200 años bastaron solo dos días de haberse restablecido el gobierno español en Caracas, después de la capitulación de San Mateo, para que sus habitantes testimoniaran los horrores más cruentos que ni siquiera había causado el terremoto de marzo de ese año, expuso Simón Bolívar en carta enviada al Gobernador de Curazao el 2 de octubre de 1813. señaló la profesora Arroyo.
Con la entrada de Monteverde se inició uno de los periodos más oscuros de la política represiva del gobierno español que se haya conocido en estos territorios: desolación, odio racial, carnicerías humanas… “Hombres y mujeres, ancianos y niños desorejados, desollados vivos (…). La naturaleza atacada en su inocente origen, y el feto aún no nacido, destruido en el vientre de la madre a bayonetas y golpes”, dice el Libertador en su carta al Gobernador británico.
En pocos meses, los españoles encarcelaron a la población civil; torturan, decapitaron a mujeres, niños y hombres; masacraron a los heridos en los hospitales y es en ese contexto que fundamenta Bolívar su proclama de Guerra a Muerte -apuntó
La proclama
La proclama fue una medida necesaria para frenar el régimen de crueldad y, por otra parte, contrarrestar la orden del ejército español de aniquilar a todas las personas acusadas de ser afectas a la causa patriota.
Gladys Arroyo destacó como actos de suma crueldad producidos por mentes perversas los crímenes cometidos por los sanguinarios españoles Domingo Monteverde, Boves, Morales, Antonio Tizcar, A. Zuazola, Francisco J. Cervéris y, según algunos historiadores, el más inhumano de los colaboradores de Monteverde: Eusebio Antoñanzas, quien se había especializado en el desmembramiento de los cuerpos de sus prisioneros sin importar edad, sexo, raza, profesión u oficio.
“La proclama surge en los días del nacimiento del genio de América como estratega militar, cuando con 300 soldados entró a Venezuela proveniente de la Nueva Granada, autorizado por el Congreso, para auxiliar a Venezuela”, contó. El prócer “logró la hazaña de derrotar al ejército realista, conformado por 10 mil soldados, y libertar las provincias de Mérida, Trujillo, Barinas, Caracas y siguió de victoria en victoria frente al poder español. Esto es lo que se conoce en nuestra historia como la Campaña Admirable, de la cual también estamos conmemorando su bicentenario”.
El famoso documento aparece registrado en la historiografía venezolana como “Decreto de Guerra a Muerte”, pero el pueblo debe saber que lo anunciado por Bolívar en Trujillo, tal día como hoy, era una proclama cuyo párrafo final se alza como una profunda sentencia: “¡Españoles y canarios contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos contad con la vida, aun cuando seáis culpables!”. Sus palabras estaban dirigidas a establecer una clara diferenciación de los bandos protagonistas del conflicto armado: españoles y americanos.
También a los patriotas
La profesora Arroyo agrega en su análisis que la Proclama de Guerra a Muerte también estaba dirigida a frenar los excesos que había por parte del bando patriota:
“Recuérdense las acciones del trujillano Antonio Nicolás Briceño quien llamó al exterminio de ‘la maldita raza de españoles y canarios’, y a los pocos días de haber hecho tal pronunciamiento fue capturado por las fuerzas realistas en Barinas y allí mismo fue ejecutado, el mismo día en que Bolívar lanzo su proclama de guerra a muerte”, expuso.
Otros patriotas venezolanos también abrazaron la Guerra a Muerte como una divisa en la guerra de resistencia frente al poder realista; entre ellos se puede mencionar a Santiago Mariño y a Arismendi, explicó.