Un grupo de investigadores de la Reserva Natural Karadag, en Crimea, detectó que los delfines son capaces de relacionarse mediante un lenguaje muy desarrollado.
De hecho, los expertos revelaron que los chasquidos y los silbidos pueden llegar a representar un idioma propio.
Los delfines involucrados en el estudio se llaman Yasha y Yana. Un micrófono oculto grabó una conversación que mantenían. Estaban situados a un metro de distancia, aproximadamente, y cada vez que uno de ellos pronunciaba una serie de clics (uno de los tipos de sonidos que utilizan para comunicarse), el otro esperaba a que su compañero terminara antes de responder con una frase similar.
Según el investigador Vyacheslav Ryabov, esta es la primera vez que se registra el diálogo entre dos delfines. Ryabov es el autor principal de este estudio, publicado en la revista Physics and Mathematics esta semana.
“Cada vibración que producen los delfines es diferente de la otra por su frecuencia y sus componentes espectrales. Así que podemos asumir que cada una representa un fonema o una palabra de su idioma”, explicó Ryabov al diario The Telegraph.
El avanzado sistema de comunicación, basado en los mencionados clics, en silbidos y en el lenguaje no oral (también transmiten información a los miembros de su grupo con gestos o movimientos), es uno de los más complejos de la naturaleza y ha sido motivo de investigación por la comunidad científica en los últimos 20 años.
Para realizar esta investigación, Ryabov estudió el comportamiento de 15 delfines. En la piscina de la reserva natural de Karadag sólo viven dos ejemplares, en la actualidad. Según se señala en el artículo, el lenguaje de estos cetáceos “muestra las características presentes en el lenguaje humano hablado, lo que indica un alto nivel de inteligencia y de conciencia en los delfines”.
El cerebro de los delfines es uno de los más grandes entre los animales (proporcionalmente a su tamaño) y sus capacidades no han dejado de sorprender a los investigadores, pues tienen muchas similitudes con el cerebro humano.
Dentro de sus observaciones, han encontrado que son capaces de resolver una gran variedad de problemas, cooperan entre ellos para conseguir alimentos para el grupo, lloran a sus compañeros fallecidos y tienen mejor memoria que la mayoría de las especies.