En 1972 Víctor Jara compuso una canción sobre el desabastecimiento. La letra dice: “Señores voy a contarles lo del abastecimiento, que causa tanto tormento a gente tan refinada. Se quejan de que no hay nada, que no soportan las colas, cuando quieren juntar rabia golpean las cacerolas. Aunque no soy erudito en el arte culinario, voy a darles una receta señoras del Barrio Alto: se toman tres miguelitos, se revuelven con linchacos y en salsa de karateca se lumpenea un buen rato… Usted que enfrentó la dieta y come a la americana, que se come a la familia Barros Luco y Barros Jarpa, como tiene neurastenia por cuestiones de comida, cuando recete otro paro también pare la cocina”.
Seguramente todos los que escuchamos esta canción en este momento de nuestra Venezuela nos sentiremos identificados. Sustituimos algunos de los nombres de la familia de la burguesía chilena, por los de las familias que todos conocemos acá y listo.
Con esto quiero volver sobre un tema que ya en otras ocasiones he señalado en este espacio: la historia del socialismo allendista en Chile es el espejo histórico del socialismo bolivariano.
Durante los tres años que duró el Gobierno de la Unidad Popular, presidido por Salvador Allende, el sabotaje económico estuvo a la orden del día. Fue la receta dirigida desde Washington para derrocar al Gobierno socialista. No lo inventamos, los archivos desclasificados de la CIA lo reconocen, así como diversos testimonios históricos de cómo Henry Kissinger, Premio Nobel de la Paz, promovió el golpe y la desaparición del Presidente de los pobres.
En Chile, como ahora en Venezuela, los empresarios confabularon para disparar una tasa hiperinflacionaria, como parte de la desestabilización. El desabastecimiento obligó al Gobierno allendista a aplicar medidas de racionamiento para garantizar a toda población la alimentación. De esta manera llamarse a engaños sobre el origen de la crisis económica actual es de una ignorancia imperdonable.
Por cierto, luego del golpe, los que “abastecieron”, le cortaron las manos y asesinaron a Víctor Jara.